Juan José Mestres, "Tristeza en primavera"
Ciegas rompen las olas en el malecón impertérrito. Se oye un extraño silencio de mar imitando al acecho, lúdico acertijo sobre unas lágrimas que ni siquiera lloran. Un barco de papel naufraga, mudo, lentamente. Lleva consigo unos versos que nunca se leyeron, tributo a los dioses que han caído en el olvido.
© Juan José Mestre
Tristeza en primavera
La tristeza en primavera pareciera ser la novia del misterio. Es algo solapado en los fulgores. La vida estalla en colores barnizados de ventura. Pero hay grises que se escurren por el amor en celo. Nunca se completa el cuadro de bucólica quietud. Nunca el verde es capaz de solazarse por entero. La sombra placentera trae relámpagos a la mente: ausencias que se funden con el gorjeo amartelado de los pájaros. Fragancias de lavanda resecas por las nubes del adiós; la suavidad de la rosa que se eriza de sollozos. La impotencia de vivir sin saber hacerlo. Un colibrí que busca fecundar una flor estéril. Siempre hay alguna que otra tristeza en primavera.
© Juan José Mestre
Retumbo de la sombra
Silencio de la música que suena en primavera,
canto inquisidor alabando hogueras,
llagas en piel de brechas de lo humano…
he visto la sombra de alguien,
¿seré yo la sombra de la sombra que he visto
o para este tiempo me habré convertido
en otra sombra que de tan difusa
no es siquiera sombra?
© Juan José Mestre