God save the Mercury! (I)
El pasado 19 de julio, la polivalente periodista musical Lauren Laverne hizo pública una de las listas más esperadas entre aquellos que tendemos a coleccionar y adorar cualquier tipo de listado; sí, efectivamente, has pensado bien, me refiero a la de los álbumes nominados al Mercury Prize 2011, es decir, el premio musical más prestigioso que busca galardonar aquellos trabajos publicados por artistas ingleses e irlandeses, y cuya concesión se basa exclusivamente en criterios artísticos, nunca comerciales. Dado que debemos esperar hasta el 6 de septiembre para conocer el álbum que se hará con el Mercury de este año, en Culturamas os ofrecemos la posibilidad de ir desgranando cada uno de los títulos que componen esta lista.
21 – Adele
La nominación de 21 (XL Recordings) no ha sorprendido a nadie, ya que lo que está logrando Adele con el que es su segundo trabajo es algo que escapa a todo tipo de lógica. Desde que publicara 21, a finales de enero, este álbum ha pulverizado las listas de ventas en Reino Unido, logrando diez discos de platino y multitud de reconocimientos y nominaciones. Este segundo trabajo ha sido producido en su mayoría por Rick Rubin (Red Hot Chili Peppers, Metallica, Johnny Cash, Weezer) y ha contado, en materia compositiva, con Paul Epworth el que fuera productor de 19, su álbum debut. Tal vez porque se ha convertido en la niña mimada de la escena soul/pop inglesa, las primeras apuestas la dan como clara vencedora, y lo cierto es que, a pesar de ser un álbum que tiende a lo comercial, 21 es un gran álbum de soul en el que Adele muestra una autoridad vocal polisémica e incuestionable, especialmente en canciones como “Someone like you”, segundo sencillo del álbum y una de los cortes de estructura más clásica y efectista que logra transportar a esa época donde las damas del soul no necesitaban enseñar carne para demostrar su valía musical.
Anna Calvi – Anna Calvi
Anna Calvi ha logrado colarse en esta lista por haber facturado un discazo que ha sido publicado por Domino, lo cual ya es sinónimo de calidad, y producido por ese tipo de alma oscura que conoce a la mujer rockera como la palma de su mano, Rob Ellis. En este deslumbrante trabajo debut, Calvi explota todos sus atributos vocales y compositivos, cualidades que se ven reforzadas por esa presencia teatral, enigmática, sobre el escenario. Cuando haces un recorrido por Anna Calvi se percibe ese sabor ecléctico del que siempre presume la artista, quien reconoce ser capaz de escuchar, en una misma tarde, a María Callas, los Stones, Nick Cave, Captain Beefheart y Edith Piaf. Sin embargo, los logros de esta británica no terminan aquí ya que ha conseguido que, en el segundo single de su álbum, “Desire”, nada más y nada menos que Brian Eno haga la segunda voz. Y es que desde la intro, “Rider to the sea”, hasta “Love won’t be leaving”, el álbum debut de Anna Calvi supone todo un regalo para los amantes del sonido eléctrico más honesto y descarnado, del rock más transparente; por todo esto no me extraña que Nick Cave dijera la ya célebre frase «Anna Calvi es lo mejor que ha sucedido desde Patti Smith».
Build a Rocket Boys! – Elbow
Qué decir de este quinteto británico que no haya dicho o escrito ya. Elbow ya sabe lo que es ganar este galardón, mejor dicho, ya sabe lo que implica ganarlo, pues en su caso, la elección de The Seldom Seen Kid (2008) como mejor trabajo de ese año les permitió continuar como banda, ya que atravesaban un mal momento profesional motivado por la falta de interés que la industria discográfica y los promotores parecían mostrar a los de Guy Garvey. Build a Rocket Boys! (Universal, 2011), quinto álbum en su trayectoria, ha sido producido por Craig Potter, teclista del grupo, quien ya produjera el mencionado The Seldom Seen Kid. En cierto modo, Build a Rocket Boys! sigue la estela dibujada por su predecesor, un pop elegante e intimista, donde la voz de Guy Garvey actúa como semilla en torno a la cual las canciones se van articulando y compactando; tal vez, la principal diferencia respecto al anterior trabajo la encontremos en las letras, en este repertorio de canciones es donde Elbow se ha querido alejar, deliberadamente, de esos temas de evocación melancólica y redireccionar el estilo del grupo hacia canciones más luminosas. En ello están, entre claroscuros, y Build a Rocket Boys! parece el álbum de transición perfecto.
Man Alive – Everything Everything
Y hablando de canciones pop luminosas con cierta tendencia a la oscuridad, yo diría al drama en el caso de este grupo, llegamos al siguiente álbum, Man Alive (Geffen, 2010) del cuarteto de Manchester, Everything Everything, cuyo debut ha sido producido por David Kosten (Bat For Lashes, Guillemots), un álbum capaz de abarcar todos los estilos y ninguno al mismo tiempo, un trabajo que reinventa el pop inglés de estructura más clásica, introduciendo un mar de efectos, capas de sonidos, instrumentos y voces, un álbum que ha sabido colarse en ese terreno extraño que perfilan grupos ingleses como Wild Beast, Hurts o Foals. En una primera escucha, Man Alive parece haber salido del baúl de los recuerdos de Andy Partridge, y en una segunda, cuando le coges el gusto a los falsetes y exageraciones vocales de Jonathan Higgs te das cuenta de que nada parece encajar en este trabajo, un trabajo inexacto, poco compacto, entonces justo ahí percibes la magia de Man Alive; porque en un tiempo donde nada se sostiene, donde la arritmia parece ser ese eterno reino a conquistar, Everything Everything han apuntado, consciente o inconscientemente, el horizonte a seguir en el pop inglés.
Peanut Butter Blues and Melancholy Jam – Ghostpoet
Y de álbumes dulcemente inexactos a trabajos compactos, firmes, como el de Ghostpoet, nuevo fichaje de la discográfica Brownswood, quien con un álbum de profunda alma triphopera, de pura sofisticación electrónica, Peanut Butter Blues and Melancholy Jam, se ha colado en la lista de nominados para sorpresa de muchos. Obaro Ejimiwe, nombre real del productor/hiphoper de Coventry, actualmente afincando en Londres, ha despertado tantas expectativas con su álbum debut que ya hay quien equipara este trabajo con el de Mike Skinner/The Streets, Original Pirate Material (2002). Con letras sutiles y un repertorio que camina en una única dirección, Ghostpoet anuncia el nuevo despertar de la brigada electrónica inglesa.
Good Days At Schloss Elmau – Gwilym Simcock
El siguiente álbum es uno de esos ejemplos de trabajos que no moverán masas pero que son auténticas joyitas, hablo del trabajo del pianista Gwilym Simcock, Good Days At Schloss Elmau, un trabajo que tiene mucho de renovación dentro de la escena jazzística inglesa.
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