Recomendaciones nada grises
Por Redacción Más Actual
Hoy os lanzamos dos recomendaciones dispares pero necesarias: El Gris, la tercera novela de Javier Pérez, ganador de, entre otros, del Premio Azorín de Novela y Libros contra el aburrimiento de Luis Alberto de Cuenca, un escritor que no necesita presentación.
El gris, de Javier Pérez
Nos preguntamos con el autor, ¿qué clase de novela es El Gris?
El Gris es ante todo una novela policiaca, con la peculiaridad de que en las primera páginas nos dicen ya quien es el asesino, y luego, durante el resto de la novela, el autor nos enfrenta al terrible dolor del asesino y a la tenacidad despiadada del comisario que lo persigue, haciéndonos dudar sobre a cual de los dos entendemos mejor.
El Gris es una novela histórica, en violencia y extremismos. Era la época de la Ley Seca en Estados Unidos, la Guerra civil en Rusia, el inicio del nazismo en Alemania…porque se mueve con total precisión en el ambiente de entreguerras, en aquellos años veinte a los que llamaron felices sin que nadie sepa muy bien por qué razón, cuando el mundo entero hervía.
Y es una novela brutalmente actual, ¿qué consecuencias puede tener para un pueblo una crisis económica de gran magnitud?
Libros contra el aburrimiento de Luis Alberto de Cuenca
Durante las últimas décadas, Luis Alberto de Cuenca ha colaborado asiduamente como columnista y crítico literario del diario ABC. Juramentado contra el aburrimiento, sus gustos literarios saltan del clasicismo a lo popular: Homero y Virgilio caminan de la mano del Príncipe Valiente y Shakespeare acude del brazo de Tarzán a ver la última película de Quentin Tarantino. Esa pasión por lo que otros han dado despectivamente en denominar literatura “de género” caracteriza una visión del mundo moderna y divertida, donde se invita al lector a recorrer las sendas que han fascinado previamente al autor.
Su particular y pop selección de lecturas lleva todo un compromiso en el nombre elegido: Libros contra el aburrimiento. La tarea crítica de Luis Alberto de Cuenca se resuelve en una invitación al lector a recorrer las sendas —más transitadas unas, otras casi desconocidas— que él ha recorrido para hacerle partícipe de la fascinación y los secretos que contiene la floresta de la cultura.