Narraciones, de J.L. Borges
Por Gonzalo Suárez López
Las Narraciones de Jorge Luis Borges de la editorial Cátedra (1980) es, probablemente, el instrumento más adecuado para acceder por primera vez al maravilloso mundo del autor argentino.
Borges escribió poesía y cuentos a lo largo de sus 87 años de vida. Solía decir que la novela no era un género esencial, sino que obligaba al relleno, razón por la cual nunca sobrepasó la longitud del relato corto en sus ficciones.
Tampoco tuvo necesidad de hacerlo. Su universo, lleno de imaginación, historia, filosofía y emoción, posee una fuerza y un poder de inspiración posiblemente inéditos en la historia de la literatura. Leer a Borges abre la mente, lleva al lector a parcelas insólitas del pensamiento y de la fantasía propias y da ganas de querer leer más textos del autor y, lo que resulta aún más admirable, de otros escritores.
Por otro lado, el preliminar de Marcos Ricardo Barnatán, sucinto y a la vez exhaustivo, desmonta la leyenda, la idolatría y la difama que acompañó desde su gloria al literato bonaerense y acerca al lector la personalidad real de un artista que, sin quererlo, dejó al desnudo la verdadera categoría del premio Nobel de literatura, reconocimiento que nunca le fue concedido por razones ideológicas, toda vez que la valía artística de la obra de Borges estaba y está fuera de dudas.
Para comprobarlo, invito desde aquí a todos los aficionados a la lectura a que durante estas jornadas veraniegas guarden un poco de su tiempo para embebecerse con las ya legendarias historias de El Aleph, El informe de Brodie, El libro de arena o Funes, el memorioso.
Narraciones Autor: Jorge Luis Borges |
Colección: Letras Hispánicas |
256 Páginas
8,30IVA incluido
Julio 2006
Ante todo debemos señalar que J.L.Borges es un poco el resultado de las grandes migraciones hacia la hoy argentina, es decir ideológicamente fundamentado en la diversidad confusa de las ideas imperante en la historia del occidente, particularmente Europa:Fascistas, pseudocomunistas, anarquistas, religiosos etc., que recrearán una trama dispar y amorfa no superada por nuevos criterios recreativos, por lo que las viejas ideas , como en un círculo vicioso, agravados
por las faltas de límites en la partidocracia subjetiva, renovaran sus alienaciones en un babel ininteligible de relaciones conductúales abigarradas, imprecisas, sin ideas nuevas; la misma historia argentinas se puede resumir en la lucha entre gamonales provinciales y federales, donde el pueblerío siempre fue el plasma popular del gaucho zonzo, peleando por el uno o por el otro (Rozas, Urquiza, Mitre, Perón etc). La obra de Borges es en alguna medida el «Aleph» de este desconcierto ideológico y exclusivo del ser argentino.