Guía alternativa para la compra de gadgets I, el año tecnológico

Por Jesús Hernanz.

mono pensativoExisten por la Internet esa un montón de artículos destinados a ayudarnos en la compra de nuestro siguiente cacharro tecnológico y, a pesar de que son escritos con la mejor intención, a mi por lo general me suelen dejar un poco tibio. Esta serie de artículos pretende echar una mano a la hora de comprar un artículo de electrónica de consumo, a.k.a. gadget, desde un punto de vista alternativo, centrándome en aspectos que por lo  general creo que no se tratan mucho en otros artículos que he leído anteriormente.

 

En este primer episodio nos vamos a centrar en describir el año tecnológico, esto es, repasar las fechas más relevantes del año que nos pueden ayudar a la hora de decidir si este es un buen momento para comprar o si por el contrario merece la pena esperar un poco.

 

Como suelo hacer siempre en estos artículos que llevan una fuerte base de opinión lo primero es avisar. Aquí describo cosas que están basadas en mi experiencia y que pueden ser o no compartidas por otras personas. Las reglas de las que hablo aquí no son ni mucho menos extensibles a cualquier situación, pero creo que simplificando es como se puede ayudar en los primeros pasos. En cualquier caso, el conocimiento se alcanza siempre escuchando diversas fuentes y forjando con ellas nuestra propia opinión.

 

Vamos a hacer un año de verano a verano, no quiero empezar por enero dado que en esas fechas pasan muchas cosas relacionadas con el antes y el después de enero que pueden quedar un poco inconexas si empezamos por ahí.

 

Así que la primera pregunta es ¿debemos comprar nuestro gadget preferido ahora en julio/agosto? La respuesta es, en mi opinión, no. Julio, agosto y septiembre son los meses de la basura. Las grandes marcas están agazapadas durante estos meses preparando con sigilo y mucho cuidado el momento más importante del año, esto es, la campaña de navidad. Aquí no merece la pena invertir nuestro dinero por lo general. Lo gordo empieza a finales de septiembre y octubre. Aquí se comienzan a preparar los rumores, los anuncios y las presentaciones. Baste decir de la importancia de estos meses que Apple, el maestro de maestros en mercadotecnia, ha movido la fecha tradicional de presentación de la nueva versión del iPhone de febrero/marzo a después del verano, con el objetivo de obtener una máxima respuesta a su producto estrella en la deseada campaña navideña.

 

La campaña de navidad es el momento ideal para darnos un caprichazo o dárselo a alguien querido, aquí no van a faltar productos nuevos, ofertas y supuestas ofertas así como un aluvión de publicidad que nos ayudará, o no, a conocer que es lo que hay por ahí.

 

Sin embargo, amigos compradores, esta no es la fecha más adecuada para hacer las compras de tecnología, ni por asomo. A primeros de enero, según acabamos de comernos el último polvorón navideño y comenzamos con nuestros propósitos de mejora y enmienda para el año que viene se celebra en Las Vegas la que es, otra vez en mi opinión, la feria tecnológica más importante del año, el CES. En esta feria todos los que son alguien en el mundillo de las tecnologías (menos Apple, que van un poco a su bola) presentan sus bombazos y productos estrella para el año en curso, algunos más cerca de ver la luz que otros, pero eso ahora no importa demasiado. Es aquí cuando debemos estar atentos.

 

Imaginemos que queremos comprar un teléfono móvil avanzado. Debemos en primer lugar seleccionar un modelo pre-CES que consideremos lo suficientemente bueno como para plantearnos comprarlo. Luego debemos bucear en las noticias que genera el propio  CES entre las novedades presentadas y ver como pinta el modelo de teléfono que está llamado  a sustituir a ese equipo que seleccionamos previamente. A veces esto puede ser sencillo, si nos habíamos fijado por ejemplo en el Samsung LaLexe 2 quizá bastará con ver el anuncio del Samsung LaLexe 3. En otras ocasiones no será tan sencillo dado que quizá será otra marca la que vaya a sacar al mercado al teórico sucesor del equipo que habíamos seleccionado. Incluso si sois verdaderos expertos puede que sea mejor que no os fijéis en equipos finales si no en como pinta la evolución de ese año en sus componentes (CPUs, pantallas, memorias RAM y ROM etc). El caso es que es en ese momento en el que uno debe decidir si se queda con el buen equipo del año pasado o si por el contrario espera a que aparezca el que está llamado a sustituirle. A los amigos de esperar les recomiendo prudencia, cada año aparecen equipos mejores, más rápidos, más ligeros, más bonitos y más bla bla bla, debemos ser nosotros los que decidamos que conjunto de características son las que nos acomodan porque en este mundillo las mejoras son constantes e inagotables.

 

Una vez que tenemos ya claro que debemos comprar debemos elegir el momento de hacerlo. Si elegimos un producto del año anterior el mejor momento para adquirirlo suele ser inmediatamente después de que salga al mercado su sustituto natural. El propio CES puede orientarnos para calcular cual va a ser esa fecha. No os retraséis mucho de esa fecha por que algunos productos desaparecen por obsoletos muy deprisa. Si por el contrario hemos elegido el último modelo de este año, no lo dudes, cómpralo inmediatamente salga porque un último modelo en este mundillo solo puede significar que te estás dando un caprichazo, así que ves a por él y comienza a disfrutarlo inmediatamente.

 

Sin embargo nuestro repaso aquí no ha terminado. El año tecnológico continúa. Entre febrero y mayo es cuando se sacan la mayor parte de las novedades tecnológicas que no están programadas para la antes mencionada campaña navideña. Este suele ser un buen momento para comprar los artículos “de ocasión” del año pasado. Esta ristra de presentaciones también sirve como precedente para la mini-campaña de verano que suele enfocarse en junio. Un mes en el que la gente suele contar con un dinerito adicional en forma de paga extra y un poco más de tiempo que gastar en ese nuevo cacharrito que tiene en mente adquirir.

 

Y así de nuevo llegamos a los aburridos meses de julio y agosto, en los que lo mejor que podemos hacer es disfrutar del veranito e irnos preparando para la siguiente campaña de navidad, a ver si trajera algo interesante…

 

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