Como borregos
Como borregos de Kiko Pérez. Ediciones Kraken, 2010. 1ª ed., 1ª imp. Cartoné. 140 pp., 24x17cm. 19 euros. A partir de 15 años.
Por Rebeca Martín.
Ahora que llega el verano y las lecturas viajan con nosotros hasta la piscina o la playa para ayudarnos a desconectar y de paso a permanecer entretenidos, se agradecen títulos “fresquitos” que, además, nos arranquen una sonrisa.
Ese es el caso de este cómic de Kiko Pérez, Como borregos, una obra que se define a sí misma en la contraportada con el sencilla descripción de “hoy puede ser un gran día”.
Estamos ante una compilación de viñetas gráficas protagonizadas por unos animales muy humanos aunque se escondan tras la piel de unos borregos. Sus aventuras y sus vivencias personales con otros animales como cerdos, gallinas, vacas y lobos nos acercan a un mundo ilustrado repleto de ironía y de actualidad. En él, hay borregos cansados de lectores insomnes: lobos que se hacen fotos con su futura comida; animales cansados de jefes intermedios; otros que ligan por Internet y algunos que incluso se ven obligados a reiniciarse así mismos ante el colapso de los nuevos medios.
Kiko Pérez nació en Madrid en mayo de 1973 pero su juventud no es un impedimento para que ya se haya dado a conocer en el ámbito de los cómics, la pintura y la animación de 3D. De hecho se ha graduado con honores por la Vancouver Film School y su proyecto final, el corto de animación Estudio Mendizábal, ha sido finalista en el premio Youtube Play. Bienal de video creativo, organizado por Youtube y la Fundación Solomon R. Guggenheim de Nueva Cork.
Comenzó a publicar la serie de tiras cómicas Como Borregos en la web de Antena 3 noticias. El propio artista definía sus viñetas «como una terapia en algunos casos, una terapia para mí y para los que me rodean, un desahogo de las cosas contra las que no puedo luchar.» Este volumen recoge las creaciones del cómic blog hasta Noviembre del año 2010, momento en el que los cientos de borregos ilustrados por Kiko se trasladaron hasta la edición impresa.
Allí permanecen disponibles para todos los lectores jóvenes que alguna vez se hayan sentido parte de un engranaje inamovible o que en alguna ocasión se hayan visto amenazados por un lobo, y tengan ganas de reírse a carcajadas de la vida, la política, el trabajo, la sociedad o el mundo en general. Un mundo en el que, en palabras del autor «todos tenemos un poco de lobo y un poco de oveja».