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"StradivariaS", otra forma de hacer música

Por Benito Garrido

 

Este espectador no llegó al Teatro Alfil preparado para algo así.  La verdad es que no sabía exactamente a lo que se enfrentaba, ni aún siquiera había buscado en internet de qué iba la obra.  Pero está claro que las sorpresas son mucho más gratas cuando son, valga la redundancia, sorprendentes.  Y así es Stradivarias, un espectáculo de música en la que el teatro, el canto, el baile y el humor acompañan los continuos mimos de cuatro artistas sembradas, desde el principio hasta el final.  Ellas son Ana Hernandez (violín), Maite Olmedilla (viola), Irene Rouco (violonchelo) y Lila Horovitz (contrabajo).  Conforman  un grupo de divas que poseen unas fantásticas habilidades para tocar.  Pero no solo música, sino también ese hilo sensible que nos hace reír, que nos hace disfrutar de nuestra posición en la butaca.

 

 

Stradivarias es un cuento protagonizado por un cuarteto de cuerda en el que sus integrantes se percatan de que es más fácil alcanzar los sueños juntas que por separado.  Y eso que estas cuatro mujeres están en continua competencia tanto sensual como profesional.  Esa prepotencia particular se convierte en un lucha musical, gestual y física que anima el espectáculo en todo momento.  La asimilación de caracteres de los personajes con los instrumentos que tocan es perfecta.  Así, el contrabajo, por su considerable tamaño transmite una sensación de autoridad y mal genio, el violín es la soberbia y altanería del que lo toca, la viola es la que quiso ser y no pudo, y el violonchelo no deja de significar disciplina y orden.  Estas personalidades son las que sobre el escenario se llevan al extremo, siempre al ritmo de la música, hasta un punto de loco divertimento en el que el espectador será parte activa.

 

El repertorio va desde lo clásico a lo popular, sin dejar de lado la música pop, la copla, el jazz, incluso el tango.  Memorable es la interpretación a ocho manos del Every breath you take de The Police.  Pero esto es solo por poner un ejemplo del amplio juego musical que llegan a interpretar.  Se nota una formación académica exhaustiva en las componentes de este grupo que dará mucho que hablar, y del que esperamos seguir disfrutando otros espectáculos tan buenos como este… o más.

La compañía Almasoul llega a la capital bien respaldada tras una gira por otras ciudades, en la que se ha visto abrigada en todo momento por público y crítica.  Se trata de un proyecto fresco, divertido, inteligente con ese toque femenino que solo ellas saben dar.  Si quiere disfrutar de la música de Mozart o Schubert, pero entre risas (que no se pueden evitar), entonces, no lo dude, Stradivarias.

Más información:

Web oficial
Página en Facebook

Compañía: Almasoul

Autor: Irene Rouco

Género: comedia, musical para todos los públicos

Teatro Alfil (Madrid)

Fechas: del 15-junio al 31-julio de 2011

Horarios: De Mx a V a las 20:00 h., S a las 18:00 y 20:00 h., y D a las 18 h.

Precio: De 12 a 22 euros

 

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