La venganza de Hanna (2011)
Por Nuria Monvoisin Cano.
El director inglés Joe Wright nos trae la historia de Hanna Heller (Saoirse Ronan), una joven entrenada por su padre Erik Heller (Eric Bana) para enfrentarse contra Marissa Wiegler (Cate Blanchett), una corrupta agente de la CIA. Hanna es preparada desde su nacimiento para dicho enfrentamiento: posee una detallada identidad falsa, conoce varios idiomas a la perfección, goza de una fuerza extremadamente dura y violenta y sabe del manejo de todo tipo de armas. Llegado el momento, a sus 16 años, Hanna está preparada para matar a Marissa. Su padre allanará el camino mientras Hanna se ofrece de cebo para ver por primera vez a su víctima y objetivo vital. Pero gradualmente se irá descubriendo la verdadera razón que se oculta tras la sed de venganza que tiene Erik hacia Marissa, que le llevó a entrenar a Hanna. El epicentro de esa misma causa se remonta 16 años atrás.
Se trata del cuarto proyecto de Joe Wright. Todos sus títulos han sido exitosos y han contado con un reparto de estrellas muy variado. En Hanna (2011), el director londinense repite con Saoirse Ronan, con la que ya trabajó en Expiación. Más allá de la pasión (2007). También volvemos a ver al actor Tom Hollander, actor secundario con el que contó en El solista (2009) y Orgullo y prejuicio (2005).
En cuanto al apartado técnico, como muchos directores, Joe Wright trabajaba habitualmente con el mismo montador, Paul Tothill. Por otro lado, en Hanna (2011) el director ha prescindido de su compositor habitual, el oscarizado Mario Darianelli (por Expiación. Más allá de la pasión (2007)), y ha optado por la música de The Chemical Brothers, los cuales posee más experiencia en el género de acción.
La película posee trama muy recurrente: personaje entrenado para matar a un enemigo que es ayudado por varios personajes para lograr su objetivo. Lo interesante es la manera de contar la historia desde el punto de vista de una niña que se abre camino en el mundo. Hanna no conoce más que los bosques helados de Alemania donde se crió y todo es nuevo para ella. Su objetivo es claro pero su conocimiento del mundo es nulo.
Desde mi punto de vista, cabe destacar la manera atractiva en la que el director juega con diferentes elementos. La fotografía del film (a cargo de Alwin H. Kuchler) es remarcable, sobre todo en determinadas localizaciones como en las escenas de los bosques y las del parque temático (desarrolladas entre Alemania y Finlandia). Otro elemento muy interesante es el juego de mezclas entre la música diegética (“de la escena”) y la extradiegética (“fuera de la historia”): en muchas ocasiones la música “externa” va surgiendo lentamente por la combinación bien diseñada de los elementos del ambiente (ruidos como pasos, golpes,…) a partir de los cuáles va formándose o brotando la música.
Otras veces juega con esa manera de crear la música y lo acompaña con movimientos rítmicos de luces y sombras de la escena. El director tiene predilección por esta curiosa mezcla “ruidos” / “música” pues también utilizó la misma técnica en Expiación. Más allá de la pasión (2007).
Sobra decir que el buen trabajo de los actores Eric Bana y Cate Blanchett siempre es de destacar, pues aunque quedan bajo la “sombra” del gran papel principal, consiguen aportar mucha viveza y fiereza a sus papeles.
Finalmente remarco la manera que tiene la historia de comenzar y finalizar: está muy bien concluida, sobre todo visualmente, lo que deja al espectador con un final de la película muy concreto.
Todos estos comentarios positivos convierten al film de Joe Wright en algo más interesante de lo que a primera vista parece. Al fin y al cabo, es una historia “típica” con un final predecible, que no posee grandes giros que sorprendan al espectador. Algo que, a efectos de cómo contar historias, si ocurre en Expiación. Más allá de la pasión (2007).
Hanna (2011) se estrenó en España el pasado 10 de junio de 2011.