X-Men: Primera Generación (2011)
Por Lucía Ábalos
El comienzo de este capítulo es similar al de la primera película de la serie, rememorando en el marco del genocidio nazi al descubrimiento de la mutación de Erik Lehnsherr que durante la saga llegará a ser Magneto, el villano por excelencia. Erik se convierte en un personaje rebelde y confuso que suple en esta edición a lo que será el Lobezno de las demás películas de la serie.
Tras este comienzo la trama se traslada al marco temporal de la guerra fría. El encargado de descubrir el talento de Magneto, Sebastian Shaw (Kevin Bacon) se hará con un grupo de colaboradores mutantes y se convertirá en el antónimo de otro equipo similar, que, colaborando con la CIA, trata de crear un comando policial «especial».
En este equipo de los «buenos», coincidirán Erik (posteriormente Magneto), brillantemente interpretado por Michael Fassbender al que recordarás por su participación en Centurión (2010) o en Malditos Bastardos (2009) de Quentin Tarantino, Mística, que se encarna en el cuerpo de la actriz Jennifer Lawrence, la que fuera protagonista de Winter’s Bone (2010) película que le sirvió para ser nominada al Oscar a la mejor actriz principal, y por último Charles Xavier que bajo la piel de James McAvoy irá reclutando a otros jóvenes de capacidades especiales. Este equipo liderado por Xavier se enfrentará al de Shaw, cuyo papel recordará a un villano clásico de corte “James Bond”.
El espectador se sorprenderá de una estética relativamente alejada a la del resto de la saga, pero asimismo sorprende encontrar tan bien ubicados en sus papeles a los componentes principales del reparto. Entre ellos destacan especialmente Michael Fassbender como Magneto y Kevin Bacon en el papel de Sebastian Shaw, aunque el resto de protagonistas no están tampoco mal. Entre los secundarios existen personajes conseguidos con mayor y mejor fortuna (uno de ellos el español Álex González), pero consiguiendo un balance bastante positivo. Lobezno (Hugh Jackman) realiza también un pequeño cameo de tinte cómico, y la película está llena de detalles que recuerdan al comic original y que harán las delicias de sus incondicionales.
Los efectos especiales están fenomenalmente conseguidos y el director, Matthew Vaughn (aunque inicialmente fue Bryan Singer el director seleccionado para dirigir la cinta), consigue que el ritmo de la trama sea bastante constante salvo algún momento donde decae un poco, reenganchando poco después al espectador. La película consigue entretener y no aburre pese a su metraje, superior al del resto de la serie. Tampoco llega a chocar la diferencia de estética general. Como única nota negativa figuran esas esporádicas bajadas de ritmo y la llevada a la práctica del desenlace, que tiene inferior calidad a la del resto de la película, aunque no llega a defraudar.
En conclusión, los seguidores habituales de X-Men y de la filmografía «comic» disfrutarán sin dudar de esta nueva entrega de la saga, que algunos seguidores no han dudado en etiquetar como la mejor película de los X-Men.
X-Men: Primera Generación (2011) se estrenó en España el pasado 3 de junio de 2011.