Grandes héroes americanos



Por Valentín Vañó


“¡A la gente le gustan los superhéroes!” Tan calvo como incisivo, el guionista Grant Morrison se lamentaba, en el año 2000, por la evidencia de que Matrix (1999) era esencialmente “una película de superhéroes”, pero que su éxito apenas afectaba a los rendimientos de las dos grandes editoriales del género, Marvel y DC Comics. El libro Películas clave del cine de superhéroes, de Quim Casas, demuestra que, en apenas una década, y gracias en gran parte a los avances en materia de efectos visuales, esas editoriales han podido reclamar su parte del león en el gran circo del espectáculo hollywoodiense.

 

En un recuento rápido, al menos cuatro de las superproducciones de los grandes estudios para este año, son de superhéroes: Thor, X-Men. Primera clase, Green Lantern o Capitán América. Como señala Jordi Costa en su agudo prólogo, uno de los grandes aciertos de este libro consiste en que Casas es, a la vez, crítico de cine y lector de cómics, pero en ningún caso obnubila su mirada analítica con el fervor irracional del aficionado integrista: “El lector no encontrará en este libro ningún rastro de los maximalismos y los entusiasmos irreflexivos del fan”.

 

Las conexiones entre mitología y espectáculo, entre la metáfora filosófica y el puro absurdo estético, tan recurrentes en el género, tanto en los tebeos como en las películas, están bien recogidas en este libro. En sus páginas, Casas utiliza un estilo didáctico, crítico y riguroso, pero también irónico, cuando la obra comentada supera determinados niveles de desbarre.

 

Crítico de reconocida trayectoria, Casas plantea un canon arbitrario pero férreamente conceptualizado de 100 películas. Entre los añejos seriales de Batman (1943) y The Shadow (1946) y la seductora pirotecnica de artefactos de última generación como Kick-Ass (2010) o Scott Pilgrim contra el mundo (2010); pasando por las ortodoxas franquicias de Superman (1978), X-Men (2000), Spiderman (2002), Cuatro Fantásticos (2005) o Iron Man (2008), pero incluyendo también elecciones más arriesgadas: The Toxic Avenger (1984), Mr Freedom (1969) de William Klein, Supersonic Man –desquiciado trasunto de Superman facturado en España– (1979), El cuervo (1996), V de Vendetta (2005) o el reciente The Green Hornet (2010), de Michel Gondry.

 

 

Matizando unas reflexiones del guionista Jeph Loeb, Casas especula con una definición posible del concepto superhéroe. Dice Loeb que el superhéroe es “una persona extraordinariamente poderosa, con debilidades (y no solo virtudes), cuyo carácter noble le guía a realizar acciones meritorias y valiosas”. Para el crítico esta definición podría excluir a un personaje como Batman, sin poderes y motivado por la venganza, aunque de hecho Batman es uno de los superhéroes más puros tanto por su “acentuada dualidad”, como “por el poder teatral de intimidación: la escenificación es uno de sus atributos”.

 

El enfoque de Quim Casas integra contaminaciones entre disciplinas y formatos diversos y, en cierta forma, conecta con un tipo de crítica todavía no del todo asumida en grandes medios de comunicación, pero característica de escenarios alternativos como Internet. De su libro, es especialmente significativo el anexo ‘Grandes iconos’, donde de forma desprejuiciada reúne semblanzas de profesionales de diversas procedencias: cineastas autores como Tim Burton, Guillermo del Toro o Christopher Nolan, actores o creadores vinculados al fenómeno superheroico como Michael Chabon o Christopher Reeve y autores de cómic de referencia en ambos universos: Will Eisner, Frank Miller o Alan Moore, entre otros.

 

Películas clave del cine de superhéroes. Quim Casas. Prólogo de Jordi Costa. Robin Book / Ma Non Troppo. Barcelona, 2011

 

 

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