Por Carlos Javier González Serrano.
Heidegger y la genealogía de la pregunta por el ser. Una articulación temática y metodológica de su obra temprana. Jesús Adrián Escudero. Herder, 2011, 623 pp., 39,80 €.
El pasado 26 de mayo se cumplían 35 años desde que Martin Heidegger, para muchos el filósofo más notable del siglo XX, falleciera en Friburgo de Brisgovia. Nacido el 26 de septiembre de 1889, estudió con Husserl y fue profesor de Filosofía en las universidades de Marburgo y Friburgo.
No sólo logró llevar a confluencia las principales corrientes filosóficas de su época, como la fenomenología, el vitalismo, la hermenéutica y la ontología, sino que además es el único filósofo del siglo que pensó de nuevo la filosofía como tal en su historia. Así, a través de él se ha abierto una nueva visión de autores clásicos como Parménides, Heráclito, Platón, Aristóteles y Kant. Y, a semejanza de Hegel, ha buscado una respuesta a la pregunta de cómo es posible una filosofía que, mientras mira a su historia, está también orientada a la cosa misma, y de esa manera evitar ser una simple administradora de lo transmitido.
Apenas puede valorarse suficientemente la repercusión de Heidegger: Löwith, Gadamer, Jonas y Arendt, entre otros, fueron discípulos suyos; y filósofos como Sartre, Levinas, Foucault y Derrida recibieron su influjo de un modo específico.
El ser es el éter que respira el hombre; sin este éter sería un mero animal y toda su actividad quedaría reducida a la simple ganadería.
M. Heidegger, Schelling. Vom Wesen der menschlischen Freiheit
Herder publica un voluminoso título relacionado con esta efeméride: Heidegger y la genealogía de la pregunta por el ser, de Jesús Adrián Escudero, un libro de amplio recorrido y excelentemente documentado que, en un lenguaje claro y conciso, ofrece una visión de conjunto de la obra del joven Heidegger y de su temprana confrontación con la tradición filosófica, la teología, el neokantismo, el vitalismo, la hermenéutica y la fenomenología. Tomando como hilo conductor la genealogía de la pregunta por el sentido del ser, el libro logra articular de una forma realmente comprensible el núcleo temático y metodológico de la obra temprana de Heidegger a partir de un exhaustivo estudio de sus escritos de juventud y de una discusión abierta con la literatura secundaria más reciente.
Cada filósofo piensa un solo pensamiento, como gustaba recordar Heidegger en sus lecciones. A estas alturas, ya no resulta ninguna novedad afirmar que el rasgo que define el pensamiento de Heidegger es la pregunta por el sentido del ser. […] Sin embargo, lo que en la actualidad todavía puede despertar el interés del lector de Ser y tiempo, a medida que los primeros cursos universitarios del período de juventud han ido saliendo a la luz, es observar cómo el horizonte de esa pregunta se va perfilando en el contexto de un rico juego de superposiciones filosóficas que, de una u otra manera, intenta recorrer el camino que conduce de la vida humana a la cuestión del ser.
Jesús Adrián Escudero, Heidegger y la genealogía de la pregunta por el ser, «Introducción»
Heidegger dejó su puesto de profesor particular en Friburgo y aceptó la invitación de enseñar en Marburgo. Su llegada supuso el encuentro con Rudolph Bultmann marcando el preludio de un singular y productivo diálogo. La correspondencia entre ambos se extiende a través de un periodo de más de medio siglo. En las cartas, junto a temas de política universitaria y de asuntos personales, se trata una y otra vez del problema fundamental de la relación entre filosofía y teología. Entre las tensiones y los alejamientos que caracterizan la amistad entre ambos, surgen las formas de vida de la fe y las de la filosofía. En palabras de Heidegger, hay en juego una “enemistad mortal”. Pero precisamente esta oposición radical tiene que “sustentar la posible comunidad de teología y filosofía como ciencias”. También en Herder, puedes encontrar Correspondencia 1925-1975. Martin H eidegger y Rudolf Bultmann. Un diálogo entre las formas de vida de la fe y las de la filosofía ( 2011, 400 pp., 35 €).
Ahora bien, ¿cuál es el hilo conductor de su pensamiento? ¿En qué momento empieza a cristalizar su programa filosófico de juventud? ¿En torno a qué temas se articula? ¿Cómo se reinterpreta la fenomenología husserliana en clave hermenéutica? ¿Qué papel desempeñan autores como Aristóteles, Kant, DIlthey y Husserl en este período? ¿Cuál es el clima intelectual en el que se mueve el pensamiento heideggeriano durante los años veinte? Éstas son algunas de las preguntas a las que se intentará ofrecer una respuesta en el presente trabajo a la luz de la rica evidencia documental disponible en estos momentos y en diálogo abierto con las principales investigaciones publicadas en el transcurso de las dos últimas décadas.
Jesús Adrián Escudero, Heidegger y la genealogía de la pregunta por el ser, «Introducción»
Hay en el pensamiento de Heidegger de Ser y tiempo una unidad entre poder ser, proyecto y comprensión; la posibilidad es descubierta –comprendida- como posibilidad de nuestro propio ser, de donde deriva la noción de “arrojamiento”. Nuestra estructura existencial de ser-en-el-mundo nos abre las posibilidades antes de toda consideración filosófica o teoría. Así, el comprender es previo al conocer, y aquél establece la temática, el ámbito de éste. Heidegger define finalmente el comprender –en un fragmento harto conocido del § 31 de Ser y tiempo (cfr. traducción de José Gaos)- como «el ser existenciario del “poder ser” peculiar del “ser ahí” mismo, de tal suerte que este ser abre en sí mismo el “en donde” del ser consigo mismo». Esta obra de Heidegger arranca con el firme propósito de una elaboración concreta de la pregunta por el sentido del ser. Pero, ¿qué se entiende realmente por ser? Jesús Adrián Escudero se pregunta y desvela, precisamente, por qué es tan urgente y necesario replantear la pregunta acerca de su sentido… Una obra muy recomendable para cualquier estudioso de la filosofía contemporánea.