El torturador arrepentido
Carlos Salem – El torturador arrepentido –
Por Miguel Baquero
Autor: Carlos Salem
Editorial Talentura – 2011 – 136 páginas – 13 euros
Escritor de éxito dentro del género policiaco, con un estilo fácilmente identificable por su humor y su tendencia a la trasgresión, el argentino Carlos Salem acaba de publicar El torturador arrepentido, que significa un cierto impasse en su producción novelística. El torturador arrepentido es una obra de teatro que ya fue llevada al escenario en Barcelona por la Compañía Brétema y que ahora ha sido editada en papel por la recién desembarcada (y sin duda valentísima) Editorial Talentura, de Madrid.
En una cuidada y hermosa edición, con fotografías del montaje teatral, unas palabras de introducción de la directora de la compañía que representó la obra, y un texto final del autor aclarando ciertos aspectos de la obra, El torturador arrepentido constituye todo un acontecimiento no sólo para los seguidores del novelista Carlos Salem, cuyo número va en aumento, sino también para los amantes del teatro y de la buena literatura en general. Los primeros, los aficionados al teatro, encontrarán un texto interesante por el sentido novedoso y vanguardista de su representación, con diversos tiempos narrativos que confluyen sobre las tablas, la manera en que se va saltando de un tiempo a otro o el hecho de que un mismo personaje, joven y adulto, mantenga un diálogo sobre el escenario.
Y estos mismos amantes del teatro, junto con los aficionados a la buena literatura, encontrarán un texto ágil y pulcro donde se plantean algunos temas de gran profundidad, como cuál es la naturaleza última de los torturadores (si provienen de una vesania natural o simplemente de una adaptación al medio represivo que cualquiera de nosotros podría experimentar).
Junto con este tema fundamental, otros de no menor importancia ni más pequeño calado se van desgajando, como el tema de la traición (en una sorprendente escena final que dejará, a buen seguro, asombrado al lector/espectador) y el tema de la venganza: ¿debemos entregarnos a ella, consagrar la vida a conseguirla, o debemos olvidarnos de las ofensas y empezar de cero como mejor modo de resarcimiento? De la profundidad de estas preguntas da prueba el hecho de que no muy diferentes eran las que se planteaba el príncipe de Dinamarca ante la descarnada calavera de Yorick.
El torturador arrepentido en, en suma, un gran texto en sí mismo pero también para situar a Carlos Salem dentro de la categoría de escritores maduros y de pensamiento, de intelectuales en el mejor de los sentidos.