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El Sol, 25 años de publicidad creativa

Por Javier Franco.
 

Con permiso del Festival publicitario de Cannes, El Sol se ha convertido con todo merecimiento en una de las grandes citas para los amantes de la creatividad publicitaria. Nacido como un escaparate para dar a conocer lo mejor de la publicidad iberoamericana, el festival celebró el año pasado el cuarto de siglo con una salud envidiable. Si hace unos años eran los españoles los que copaban el palmarés de premiados, hoy son los creativos argentinos y chilenos los que han conseguido situarse a la altura de sus colegas hispanos. Sin ir más lejos, el gran premio del año pasado fue a parar a una agencia argentina, convirtiéndose en el tercero que recala en el país sudamericano.

Sin embargo, hubo un tiempo en el que la creatividad de nuestro país estaba a la altura de las grandes potencias mundiales de la publicidad (a saber, EEUU e Inglaterra). La década de los ochenta traspasaba su ecuador y en nuestro país la televisión se llenaba (literalmente, pues todavía quedaban algunos años para que llegaran las televisiones privadas) del mensaje castizo del refresco La Casera. El tándem formado por Rilova, Zamorano y Rodríguez se sacaba de la manga un puñado de campañas que conseguirían para la marca los dos primeros grandes premios (1986 y 1987) del recién estrenado festival de El Sol.

Después llegaría el turno de las primeras super-producciones publicitarias en nuestro país, empezando por un spot titulado ”Traerá cola” de la ONCE. El mismo anunciante repetiría galardón en 1990, aunque entre medias tendría que dejar paso a uno de los grandes anuncios de la historia de la televisión. Precisamente, un comercial firmado porRTVE, en el que se intentaba concienciar de que se viera menos televisión. No, no es que la televisión pública se estuviera tirando piedras sobre su propio tejado, es que la televisión pública era en esos tiempos lo que siempre debió ser: un servicio público.

Casi sin darnos cuenta, llegaban los años noventa y con ellos la gran época de esplendor de la publicidad española. Empezando con la pareja Casadevall-Pedreño, ganadores del primer gran premio de Cannes para España en 1992, y que ese mismo año repetían galardón en el El Sol con un spot para las, hoy ya desaparecidas, Galerías Preciados. El humor español traspasaba fronteras y calaba hondo en la publicidad nacional. Incluso un producto tradicionalmente serio como los coches se rendía ante el nuevo estilo de la publicidad española. En 1994, la película “Cabrero” para la marca Mitsubishi vencía en El Sol, haciendo célebre esa frase de “¿Y el Madrid qué? ¿Otra vez Campeón de Europa?”.

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A partir de ese momento, las marcas de automóviles se convertirían en la punta de lanza de una creatividad que marcaba tendencia a nivel mundial. Tres anuncios de Audi, realizados por la agencia Tandem DDB, colocaban a la marca en la vanguardia del ingenio y la originalidad, consiguiendo tres grandes premios en apenas cuatro años. Sin embargo, un año después, Toni Segarra (SCPF) sacaba de su particular chistera el considerado mejor anuncio de la historia de la publicidad española bajo el críptico título de”Mano”. Esas misteriosas e inquietante imágenes de una mano asomándose por la ventanilla del coche se convertirían en parte del imaginario de la televisión del siglo XXI. Aún hoy, diez años después, ese “¿Te gusta conducir?” sigue funcionando como el primer día, igual de misterioso, igual de penetrante. Tanto que, tres años después, BMW volvía triunfar en El Sol con una campaña titulada “Crossroads”.

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Sin embargo, con la llegada del nuevo siglo, el festival iberoamericano ampliaba sus fronteras al otro lado del océano. La creatividad hispano-americana llamaba con fuerza a las puertas del éxito y conseguía tres grandes premios consecutivos, incluidos dos spots para Coca-Cola Argentina. Con sus ideas frescas y originales, inundaron la publicidad de medio mundo y lograron poner al continente sudamericano en el centro de la escena publicitaria.

Los creativos españoles, siempre atentos a las nuevas tendencias, tomaron buena nota y volvieron a tomar la delantera a sus colegas del otro lado del Atlántico. La genial publicidad de las tiendas suecas IKEA y la nueva imagen de la bebida Aquarius ganaban sendos grandes premios en los años 2008 y 2009, respectivamente. Dos marcas que llevan apostando desde hace unos años por la excelencia creativa y que han visto recompensada su propuesta arriesgada e innovadora. Detrás de ellas se encuentra, no obstante, dos de las grandes agencias de la publicidad española actual. Por un lado, Sra. Rushmore, creadora de campañas ya míticas como la realizada para el Atlético de Madrid o la misma Aquarius. Por otro, de nuevo, el genial Toni Segarra y su laboratorio de ideas barcelonés, SCPF.

Ahora, cuando todavía no nos hemos recuperado de la resaca del 25 aniversario, llega una nueva edición. Durante tres días, San Sebastián volverá a convertirse en la capital de la creatividad publicitaria procedente de ambos lados del Atlántico. Claro que en este cuarto de siglo la publicidad no es lo único que ha cambiado. Si en la primera edición apenas eran 30 los anuncios que formaban parte del palmarés, hoy el número de premios roza los doscientos. Ante tal avalancha de galardonados, habrá que estar muy atentos en esta edición número 26 del festival de El Sol. Si no queréis perdéroslo, ya sabéis, los próximos días 27, 28 y 29 de Mayo en la capital guipuzcoana.

Aquí os dejamos el enlace a la página oficial del festival.

 

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