Entrevista a Julio Ruiz
Por Cristina Consuegra.
Espero que nos dejen seguir siendo esa «otra» radio.
Uno de los programas radiofónicos más carismáticos, Disco grande, acaba de cumplir cuarenta primaveras; cuarenta años que han hecho aún más grande a Julio Ruiz, a su manera tan personal, lúcida y cercana, de entender el oficio; un oficio que gracias a nombres como el suyo se ha convertido en algo digno por lo que luchar, creer o vivir.
Responsable, en buena parte, de la efervescencia musical de la década de los noventa en nuestro país, Julio Ruiz ha traspasado fronteras y generaciones por algo tan sencillo como la emoción y el respeto; la emoción que late tras cada uno de sus programas, y el respeto que siempre muestra por la música.
Estoy segura de que muchos de nosotros tenemos alguna primera canción o grupo que escuchamos en Disco Grande, una canción o grupo que incorporamos a eso que llamamos personalidad y que nos permite ser diferentes. Por esta razón, por todas esas primeras canciones y momentos, queríamos sumarnos a esta celebración, soplar las velas deseando a Julio Ruiz otros cuarenta años de su querido Disco Grande.
Tanto en el plano personal como profesional, ¿cómo has cambiado en estos cuarenta años?
Me han pasado los 40 años a una velocidad de vértigo. Parece que fue ayer cuando iba por ahí a la búsqueda de un patrocinador (pantalones vaqueros, refresco, tabaco…) para poner en marcha mi proyecto de programa de radio… Obviamente hoy no soy tan joven como entonces, pero las ganas e ímpetu, que parece se asocian al principiante, las sigo llevando conmigo. Imagino que he cambiado… Los años son experiencia, madurez, tablas y todas esas cosas.
¿Qué ha sido lo mejor y lo peor de llegar hasta aquí?
Lo mejor…quienes están al otro lado… los oyentes… que en el fondo validan lo que estás haciendo… Lo peor, haber tenido que defender mi trabajo y profesionalidad en algunas ocasiones (que ha ocurrido y la última vez hace relativamente poco… tres años) a estas alturas de mi profesión ante algún directivo advenedizo (aunque siempre -menos mal- hay otro que te reconforta a renglón seguido dando apoyo).
De tu enorme trayectoria profesional, ¿de qué te sientes especialmente orgulloso?
Mi desembarco en Radio 3, aunque ya venía de Radiocadena y Radio 4, dentro de RTVE, coincide con el inicio de década y con mi apoyo a una generación de músicos, la noventera. Parece que la historia dice que yo estuve ahí en un momento coyuntural dándole cancha a esa nueva brisa maquetera…
Fuiste uno de los precursores de la escena indie durante los noventa… ¿cómo ha cambiado el periodismo musical, y su influencia, desde entonces?
Entonces era Radio 3 y poco más. Hoy hay un sinfín de compañeros en radios más o menos pequeñas -como si fueran minis Radio 3- haciendo un trabajo fenomenal. Y no debemos de olvidar la influencia del mundo de Internet. Hoy todos tienen acceso a la última maravilla escondida de artista novel. Basta con conectarte al ordenador.
¿Y la industria?
No parece que haya sabido adaptarse bien a los nuevos tiempos… La mainstream va a su bola y nutriendo su mundo de artistas (algunos de mentira) manufacturados o no tanto y cuando se introduce en nuestro territorio indie lo hace como siempre fichando al artista que está arriba…. Vamos…trasladado al fútbol… sería como el club grande que no hace cantera y ficha a la figura que despunta en categoría inferior (último ejemplo: Russian Red).
Como comentábamos, has sido uno de los responsables de que grupos como Sexy Sadie, Los Planetas, Australian Blonde, Nosotrash, Dover, Penélope Trip, etc. marcaran una época, casi una forma de entender la vida de entonces… ¿qué relación mantienes con los grupos de antaño?
Siempre he sentido que esos artistas me tratan con cariño y respeto recordando aquella primera vez. Luego, ya depende de cada cual, que haya cercanía más amistosa (a mí de cualquier forma me gusta que no se traspasen determinados límites de confianza) o más profesional.
¿Cuáles grupos admiras y por qué motivos?
Han sido tantos… Esto es renovable… y con el tiempo se van añadiendo nombres al podio y a los altares… sobre todo cuando han pasado tantos años… Hay un abanico muy amplio…hay para un listín telefónico…
¿Cuál es la entrevista que más ha logrado sorprenderte?
Siempre recordaré la de Keith Richards cuando él mismo sugirió que siguiera la charleta cuando había agotado mis treinta minutos acordados… O tener a Bjork a mi disposición durante casi una hora cuando acababa de sacar «Debut»…
… ¿Y esa entrevista pendiente?
No he tenido a mano a un beatle nunca… O Paul o Ringo…
Pensemos ahora, en el porvenir. Desde tu punto de vista, ¿qué futuro le espera a Radio 3?
Afortunadamente siempre ha sobrevivido a volteretas electorales y políticas. Esperemos que para la próxima de 2012 que parece que es impepinable y está en el horizonte sigamos ahí y no perdamos nuestra identidad y que nos dejen seguir siendo esa «otra» radio…
Para despedirnos, ¿qué le pedirías a los próximos cuarenta años?
De momento le pido a los diez próximos… porque entre la edad real y la laboral…ahí voy a estar frisando los 50 que para mí sería un logro profesional precioso… Hablamos, pues, en el 2021 y ya te cuento…