03:34 Terremoto en Chile
Por Fernando Olmos Galleguillos
Hay cifras que son difíciles de olvidar, pero es extraño que sea un minuto particular del día. Sin embargo, para el 80 por cien de los chilenos las 3 de la madrugada y 34 minutos del 27 de febrero de 2010 es un horario imborrable: el quinto terremoto más fuerte de la historia movía a la mitad del país en un vaivén que parecía interminable y avasallador, dejando tras 2 minutos y 45 segundos una estela de destrucción y desamparo. Ese letal minuto de inicio del sismo junto a sus consecuencias, da nombre a la primera producción realizada sobre una catástrofe bastante frecuente en suelo austral: 03:34 Terremoto en Chile (2011), una película que además de buen resultado fílmico deja una abultada lista de réplicas emocionales.
Dirigida por Juan Pablo Ternicier y escrita por Mateo Iribarren, la película hace guiños gentiles para comprender qué es un terremoto, en el caso de quienes nunca han experimentado uno, y es un efectivo refresco de memoria para quienes hemos sentido la furia de la tierra bajo los pies. Haciendo uso de la técnica de historias paralelas, la cinta –que se rodó algunos meses después de la catástrofe del verano chileno- está cargada de identidad local. Un punto no recomendable para los que están al otro lado del charco: la jerga chilena es extremadamente notoria, incluso no comprensible por algunos locales. Por minutos requiere subtítulos, pero nada que un oído creativo no pueda superar.
La mejor interpretación es de la actriz Andrea Freund, que enfrenta las trágicas peripecias de una mujer que lucha por llegar hasta la playa de Dichato, devastada por el terremoto y posterior tsunami. Su mayor anhelo es encontrar a sus hijos y ex marido, siendo víctima de la angustia y la desesperación durante su viaje hasta el lugar. Su trabajo como actriz deslumbra, a pesar de ser la que más angustia durante la cinta. Las otras historias tienen gran verosimilitud a testimonios oídos por radiodifusión en días posteriores al megasismo: jóvenes que vivieron el fenómeno en discoteques, y presidiarios que escaparon de cárceles cuyos muros no resistieron los 8.8°Richter del cataclismo.
La película causa angustia de comienzo a fin. Primero, durante el periodo de espera previo a las reconocibles 03:34 de la madrugada. Quizás el único terremoto con hora y fecha clara que podamos experimentar, por ahora. Y luego el devenir de historias que, si bien paralelas, tienen cercanías. No obstante, el momento destacado y que es imperdible, es el terremoto en sí. Para quienes lo vivimos; recordar los sonidos, ver representada la oscilación del suelo, el tintinar de los objetos y los gritos de desesperación, es quizás la mejor prueba de que con creatividad y esfuerzo el cine chileno está haciendo ficción de primer nivel. Aunque suene incoherente, es el primer terremoto que disfruto.
Soy chileno y tengo los sismos en la piel. Los movimientos de tierra son parte del ADN local. Es por eso que 03:34 Terremoto en Chile (2011) -más allá de causar estragos en mi presión arterial y recordarme mi fobia a los temblores- es un ejercicio potable y limpio que permite reconocer una realidad ineludible: ser chileno es vivir constantemente sobre el riesgo, pero también es contar con la resiliencia para volver a ponerse en pie una y otra vez.
Fernando Olmos es chileno. Además es periodista y futuro Máster en Estudios Internacionales. Actualmente trabaja en la Universidad de Santiago de Chile y colabora para Revista Zona (www.revistazona.cl). Su cuenta de Twitter es @Ferolmosg
03:34 Terremoto en Chile (2011) se estrenó en Chile el pasado 25 de abril de 2011.
Qué ganas de poder ver este film, debe ser una historia complicada de verdad. Buen comentario del escritor ya que se suma a la sensación…