Gow 3: Beta of Wars
Néstor García
Tras mucho tiempo de espera y un ansia que ya estaba haciendo que mordiéramos muñones en vez de uñas,por fin hemos podido
engrasar la sierra de nuestro Lancer y llenarla de trocitos de Locust.
Y es que Epic ha tenido la gran idea de liberar gratuitamente la beta multiplayer de Gears of War 3. Suponemos también para calmar el retraso hasta septiembre del juego y como lavado de cara a uno de los puntos más controvertidos del Gears 2: su on-line. Así Epic parece decir: veis, si el juego ya era la leche preparaos que ahora disfrutaréis tranquilamente de la carnicería en el multiplayer.
Y lo han conseguido perfectamente por lo que hemos podido ver en la beta. No sabemos si son los servidores dedicados, o cierta nueva filosofía, pero la cuestión es que funciona sorprendentemente bien teniendo en cuenta que es una beta.
En principio podemos optar por jugar de forma Public o Ranked (utilizaremos los términos en inglés porque es el idioma en el que está la beta). No hay mucha diferencia entre ambos: Public no es el típico social que podíamos ver en Halo 3, aquí sí que se gana experiencia general. Lo único, que si falta gente, por empezar más rápido, la partida se rellena provisionalmente con bots. Un detalle que lo hace más dinámico y que consigue que los tiempos de espera para conectarse a una partida sean bochornosamente ridículos. Además, cuando terminemos una partida, nos transportará sin descanso a la siguiente, en otro mapa y si fuera posible con los equipos cambiados. Sí, podéis estar una hora detrás de otra sin esperar prácticamente nada.
El Ranked es más parecido al sistema que había en Gears of War 2: sí tendremos tiempo de espera entre partida y partida (porque se buscan nuevos contrincantes) pero a cambio ganaremos más experiencia y entraremos en una lista aparte de ranking mundial. Va muy muy fluido con búsquedas muy rápidas. Además, aquí sí que se penalizarán las desconexiones prematuras. Sinceramente, esta es la forma ideal de jugar si entre amigos se puede llenar un equipo completo.
Hasta aquí, se puede decir que la mayor carencia de GOW 2 ha sido solventada. Si sufrimos una caída de Host inesperada, el juego hará exactamente lo que Halo ha hecho siempre: una simple migración que no nos saca de la partida. En muchas horas hemos sufrido un par de estas migraciones pero ninguna caída crítica por lo que el sistema aguanta.
Resueltos los temores vamos con algunas innovaciones que nos interesan. La jugabilidad y el sistema general del juego no han cambiado, aparentemente, prácticamente en nada: algunos podrían decir que solo hay más armas. Pero estarían equivocados: Epic sabía que su on-line fallaba en muchas cosas. Entre ellas, que no hubiera ningún incentivo en las partidas salvo simplemente subir de nivel. Y esto para muchos es accesorio y no dice nada más. Por lo que han optado por un sistema de medallas: todo lo que hagamos en la partida contará tanto para nuestra experiencia como para nuestro medallero (sí, han acertado, calcado de Halo). Además, tendremos que ir desbloqueando personajes, skins para nuestras armas e incluso… ejecuciones.
Sí amigos, y es que las ejecuciones que tan de moda puso Gow 2 vuelven renovadas al 3. Cada arma, tiene su ejecución única, que tendremos que desbloquear haciendo muchas muertes con la misma. Son simplemente salvajes, con el sello brutal y personal Gear. Además de las únicas de cada arma, podremos usar al enemigo como escudo humano; esto no es novedad, pero pegarle una granada al cuerpo que agarramos y lanzarlo contra el enemigo sí (una táctica magnífica). O simplemente patearle si tenemos prisa. Hacer una ejecución elaborada lleva más tiempo, sin embargo se recompensará con más puntos (ven ya a lo que nos referimos entre otras cosas con el cambio de mentalidad).
Además, han mejorado pequeños detallitos que parecen nimios pero que cuando se llevan muchas partidas no lo son: ahora habrá diferente tiempo de pulsación para levantar a un compañero caído o recoger munición. Se acabó aquello de estar en una situación límite con tu hermano de sangre desangrándose y en lugar de levantarle tu coges munición pese a tener las arcas llenas. Ya no valdrá esa excusa de: “joder tío no te he podido levantar por la munición”. Y para utilizar a un enemigo como escudo humano utilizaremos la “x” no la “a” por lo que se acabó rodar cuando lo que queremos es defender. Además de la fijación de objetivos, la posibilidad de cambiar de armas en la misma ronda cuando mueres o el traspaso de munición a los compañeros. Detalles que consiguen con el pulidísimo sistema de cobertura que hizo famoso a la saga Gow dejar la jugabilidad en la casi perfección. Todo facilitado con unos menús muy intuitivos.
Se espera pues que no se oiga aquello de “más de lo mismo pero con más armas. Y si se oye, pues vayamos con las armas para intentar acallar. Se mantiene, prácticamente exacto todo el repertorio de los juegos anteriores. Los únicos cambios ostensibles en el repertorio original son que las granadas de humo vuelven a servir para algo (porque impiden los movimientos del contrario si se acierta y además no se ve nada), y el efecto gráfico está realmente conseguido. Y la pistola Gorgon de los Locust, que ya no dispara a ráfagas sino que es de repetición y no tiene un poder de destrucción tan elevado como tenía en Gow 2.
Pero se amplían y las nuevas ofrecen un amplísimo abanico de posibilidades: la Retrolancer, es el modelo antiguo de Lancer utilizado en las Guerras del Péndulo (otro día seguiremos con esto). Así pues, tiene mucha más cadencia que el Lancer por lo que apuntar no es sencillo, pero a cambio hace más daño. Y su embestida con la bayoneta no nos hace tan vulnerables como la sierra del Lancer. El empalamiento hará saltar las lágrimas de desesperación y risa a toda la comunidad.
Otra que causará sensación será la Sawed-Off. Estaba claro que siendo la escopeta el arma más utilizada en todos los Gow le hacía falta una hermanita del mismo rango. De esta forma, la Sawed-Off es una recortada que solo tiene un tiro en su cargador. Su tiempo de carga pondrá a prueba a los impacientes. Eso sí, a un metro de distancia puede acabar fácil con tres enemigos a la vez. Simplemente brutal, pero no les decimos lo que pasará si fallan el primer tiro. Será un arma de jugones.
Otras dos armas nuevas, a parte de las granadas incendiarias, son la One Shot (un rifle de francotirador pesado, que mata a cualquiera, se le dispare donde se le dispare) y una de las armas más originales en concepto y destrucción que es la Digger: un lanzagranadas Locust que lo que hace es disparar una mina antipersonal que va corriendo el línea recta por debajo de la tierra.
Todo el repertorio de armas muy compensado, tal vez a excepción de la Gnaser (o escopeta normal), que siempre fue exageradamente destructiva y lo sigue siendo. Pero, ¿quién no lo quiere así?
Pasa lo mismo con los mapas: inteligentes, divertidos, con multitud de estrategias para acabar con el enemigo y con un acabado gráfico sobresaliente, lleno de detallitos y con un mayor nivel de destrucción del mapeado lo que hace que muchas coberturas vuelen en mitad del combate.
Falta todavía mucho por ver y mucho que esperar hasta la versión final del juego pero lo que hemos podido disfrutar hasta ahora nos hace decir sin rubores que Gears of War 3 será una de las obras maestras de la generación y un juego que, al ser de licencia exclusiva, será todo un vende consolas.