Mentiras capitales
Mentiras Capitales. Empar Fernández. Alianza Editorial. 304 páginas. 18 €.
La última obra de Empar Fernández, Mentiras Capitales, es una de esas escasas novelas que se sostienen por su propia valía, gracias al minucioso retrato de los dos personajes centrales, Julián y Eulalia, de sus culpas y miedos que son en realidad un espejo de las culpas, miedos y fracasos de la España posterior a la Guerra Civil.
La acción de Mentiras Capitales arranca en 1942 en el puerto de Barcelona. Desde allí parte un naviero inmenso y destartalado, el San Marcos, que acogerá entre otros a Eulalia, repudiada por su familia y embarazada de un hombre que no es el marido con el que va a encontrarse al final del viaje, y Julián, asfixiado en la vida triste y monótona que comparte con su hermana en un diminuto piso y ansioso por ejercer la carrera de medicina que el estallido de la guerra le impidió concluir. Fernández nos conduce con maestría, sin aspavientos literarios ni concesiones de cara a la galería, por esta travesía incierta de mentiras, medias verdades, y de lucha por encontrar la propia identidad en un ambiente hostil, miserable, de derrota y miedo en el que son caldo de cultivo personajes mezquinos y desprovistos de escrúpulos como el capitán del naviero.
La novela mantiene un ritmo pausado, acorde con la escritura precisa y fluida de la autora que destila dureza y que, por momentos, impregna de una cierta melancolía esta odisea de culpas en la que nadie es del todo inocente. Y es que Mentiras Capitales es, sobre todo, una magnífica novela sobre el sentimiento de culpa que retrata a la perfección la atmosfera de una época intolerante y oscura.