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Entrevista a Luis Auserón

Por Laura Vila
¿De quién es la ciudad?
Centro de Arte Tomás y Valiente
Fuenlabrada (Madrid)
Del 28 de abril al 17 de mayo

¿Quién ha dicho que el arte callejero no puede meterse en un museo? Este jueves se inaugura en el Centro de Arte Tomás y Valiente de Fuenlabrada, ¿De quién es la ciudad? Una exposición que nos presenta la obra gráfica de Luis Auserón. Esta vez, el músico ha colgado su bajo, ha cogido sus sprays y ha decidido hacer lo que siempre quiso: Pintar.

La muestra gira en torno al art street y la cultura pop, arte heredado de las últimas influencias, que asegura haber tenido en su obra gráfica. Yo empecé a hacer mis primeros trabajos cuando conocí a los pintores americanos como Warhol o Lichtenstein. Después lo dejé porque la vida da muchas vueltas. Más tarde, al conocer la obra de Shepard Fairey, Space Invaders, Banksy, y toda una serie de artistas que intervienen en la calle de forma ilegal, me volvió a hacer ilusión crear imágenes, recuerda.

Pero Luis no pinta en la calle. Dice que hay que tener el ímpetu de la juventud para poder hacerlo. Pinta en su casa, con su perro Rufus como espectador, y después invade las casas de sus amigos con sus obras. Les regalo cuadros a mis amigos, y me siento como si les estuviese regalando un marrón que ellos colocan en sus casas, comenta.

Crea imágenes que imprime sobre lienzos o stickers, para homenajear a estos artistas callejeros. Me quedé sorprendidísimo cuando supe la diferencia que hay entre hacer un graffiti o pegar una pegatina en la pared. ¡La multa para los graffiteros es altísima! Me pareció irónico que estos artistas desafiasen a las autoridades pegando sus stickers e invadiendo de la misma forma la ciudad.

Luis Auserón ya había expuesto en los ochenta en la galería Hevi. Fue una exposición junto con José Carlos Fernández Ramos, porque ninguno de los dos artistas tenía obra suficiente para llenar el espacio. Al día siguiente salimos en el ABC en un artículo donde nos llamaban de todo menos bonitos.

Cree que en estos momentos el panorama artístico se parece mucho al de entonces. Ahora hay muchos colectivos que hacen exposiciones en sus casas porque no quieren entrar en el circuito del arte o porque no son aceptados, y en los ochenta había personajes como Las Costu o Pablo Pérez-Mínguez que hacían fiestas en sus casas para vender obras de arte. El ímpetu es distinto, asegura, pero confía en que la crisis va a hacer que ese espíritu rebelde de la juventud renazca como el ave fénix.

Cuando le preguntamos ¿de quién es la ciudad?, enunciado que da título a la exposición, enseguida responde: de todos menos nuestra, y se sumerge en una agradable reflexión sobre la invasión de la publicidad en los espacios públicos, sobre la prohibición de dormir en la calle, sobre la indignación que produce no poder ver a un niño que juega a la pelota en la calle. Todo ello nos descubre a un Luis Auserón muy concienciado con el mundo en el que vive y muy rebelde contra unas normas sociales que no le gustan.

Ahora el Sr. Auserón sigue siendo ese macarra que tocaba en los ochenta con Radio Futura, pero quizá con las ideas más claras. Asegura que en la movida todo era válido, y él, con el tiempo, se ha dado cuenta de que todo no vale. Cada uno tiene que saber lo que quiere, yo prefiero saber lo que quiero, lo que me gusta, y así disfrutar con ello, afirma.

En esta ocasión seremos nosotros los que podremos disfrutar del arte de Luis, gracias a la plataforma Calipsofacto, grupo encargado de dar a conocer nuevos artistas. En este caso, el peso del comisariado ha recaído en Jana Pacheco, que ha desarrollado un estupendo trabajo para que el paseo hasta Fuenlabrada merezca la pena.

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