Conversaciones con la vagina
Por Carla Guimarães
¿Has hablado hoy con tu vagina? ¿La ves a menudo o estás demasiado ocupada mirando a tu propio ombligo? Nadie se dio cuenta de que la vagina sabía hablar hasta que Eve Ensler estrenó “The Vagina Monologues” en Estados Unidos. Una serie de textos narrados por diferentes mujeres quienes traen a la luz sentimientos y sensaciones muy íntimas y femeninas con las que cualquier mujer, e incluso muchos hombres, se pueden identificar.
El espectáculo nació a partir de más de doscientas entrevistas con mujeres: jóvenes, mayores, casadas, solteras, viudas, blancas, negras, hispanas… Estas mujeres han confiado a Eve Ensler sus experiencias, sus miedos, sus traumas, su sexualidad y sus fantasías, todo esto a partir de un punto muy concreto: la vagina y cómo una se relaciona con ella. Debido al éxito del espectáculo, HBO dedicó todo un programa especial a enseñarnos las conversaciones de Eve con esas mujeres y con sus vaginas. Entre todas las declaraciones, llaman la atención las de las señoras mayores. Algunas confiesan que nunca habían mirado allá abajo y cuentan como fueron descubriendo su sexualidad en la sociedad puritana y machista en la que crecieron.
Antes incluso de empezar las entrevistas, la idea inicial de Los Monólogos de la Vagina le vino a Eve tras un viaje a Bosnia en el que fue testigo de la violencia sexual ejercida sobre las mujeres bosnias por las fuerzas serbias. Según la autora: ” De veinte a setenta mil mujeres fueron violadas sistemáticamente como parte de una estrategia de guerra sin que nadie moviera un dedo para impedirlo. Todo ello en 1993, en el centro de Europa. Me sentía ultrajada. Y entonces, una de mis amigas me preguntó por qué me sorprendía tanto de que nadie actuase. Quinientas mil mujeres son violadas cada año en nuestro propio país”.
Los monólogos son fantásticos e impactantes, y no lo digo porque relaten experiencias terribles. No es esto, la mayor parte de los textos son divertidos y tienen mucho sentido del humor, pero hablan tan abiertamente de sensaciones íntimas y femeninas que no pude dejar de emocionarme al escucharlos. Al fin alguien lo ha dicho, lo ha hecho en voz alta y todos nos hemos reído. Además la palabra vagina no se dice muy a menudo y no está en boca de todos… Hablar de la vagina, si no se trata de una situación médica, sigue siendo un poco tabú. No en vano Eve repite esta palabra más de cien veces durante el espectáculo. Hay que desmitificar la vagina y hacerla cotidiana.
En mi opinión, lo único criticable en los monólogos es su tendencia a ser una especie de manifiesto feminista. Hablar de la vagina y de lo femenino no tiene por qué ser político, en especial si esto va en contra de la calidad del texto. En algunos momentos, por estar tan centrada en lo reivindicativo, la autora acaba dejando de lado una de las más importantes leyes de la comedia, el reírse de uno mismo, en este caso, de una misma.
Hechos los merecidos elogios y críticas a parte, Los Monólogos de la Vagina son de este tipo de obras que hay que conocer. Por su sentido de humor, por la manera como la aborda la sexualidad femenina y, principalmente, por sacar la vagina del armario y ponerla sin ninguna vergüenza en medio del escenario. Puedes encontrar a Eve Ensler y sus monólogos en el fantástico documental producido por HBO. Y si prefieres verlo en directo, a partir del 7 de abril las actrices Marta Belenguer, Rebeca Valls y Ruth Núñez defienden la versión española de este famoso texto en el Teatro Compac Gran Vía, en Madrid.
* Carla Guimarães es dramaturga y Doctora en Teoría, Historia y Practica del Teatro por la Universidad de Alcalá de Henares.