El chantaje de Billie Jean
Por Diego Puicercús.
Cuenta la historia que Walter Yetnikoff (representante de CBS) cansado de lo que denominaba el “apartheid cultural” un día se presentó en las oficinas de MTV y les amenazó con retirar a todos los artistas de la compañía (incluidos los blancos) si el nuevo video de su protegido volvía a ser menospreciado por la cadena. Hasta ese momento ningún artista afroamericano había aparecido en ese canal y tal vez habría tardado en hacerlo de no ser por esa coacción. Cabe recordar, por ejemplo, que el single elegido como anticipo de Thriller fue The girl is mine y que, a pesar de tener el reclamo de la presencia de Paul McCartney, CBS no logró que fuese emitido ni una sola vez por la cadena musical.
Finalmente MTV cedió a las presiones y empezó a pinchar el video cada hora durante los meses de enero y febrero de 1983, lo que hizo que en plena era del videclip todo el mundo empezase a hablar de Michael cuando hasta ese momento no había pasado de ser un artista comercialmente orientado al público de color. Las ventas del álbum se dispararon y el tema se convirtió en un gran éxito gracias al cual fue invitado a interpretarlo en el programa especial Motown 25: Yesterday, today, forever (que estaba preparando la discográfica para conmemorar sus 25 años de vida) a pesar de no haberlo publicado con ellos. La grabación se produjo el 25 de marzo y lo más destacado fue el enfrentamiento musical entre los Temptations y los Four Tops, el discurso de Marvin Gaye sobre la historia de la música negra y su increíble interpretación de What’s going on, la reunión de Diana Ross y las Supremes para cantar Some day we’ll be together y, sobre todo, la aparición de Michael Jackson…
Primero lo hizo junto a sus hermanos en una inesperada reunificación de The Jackson Five para interpretar una remezcla de sus grandes éxitos pero, aunque aquello resultó impactante para muchos, lo mejor estaba aún por llegar. Al terminar esa actuación Michael se quedó solo sobre el escenario vestido con una chaqueta negra, camisa plateada brillante, pantalones negros ajustados y subidos para mostrar los calcetines blancos, mocasines y un solo guante de lentejuelas y, tras su típico movimiento inclinándose ligeramente y encajando a presión un sombrero en la cabeza, empezó a interpretar la ya archiconocida Billie Jean.
Fue aquí cuando por primera vez uso su famoso moonwalk (que, en realidad, era un paso acreditado al bailarín Solid Gold Cooley Jackson y conocido como backslide pero que, desde ese momento, cambió de dueño y nombre para siempre) que le encumbró definitivamente cuando el 16 de mayo fue emitido por NBC y logró reunir frente a la pantalla a 47 millones de espectadores que vieron cómo el pequeño de los Jackson andaba hacia adelante cuando en realidad lo hacía hacia atrás…
La consecuencia inmediata fue que las ventas del disco volvieron a dispararse, aunque en esta ocasión ya no se detendrían. El siguiente single fue Beat it. Le siguieron otros cuatro más hasta que en enero de 1984 apareció el mítico video de Thriller (la canción) que redondearía un apabullante año de éxitos interplanetarios. Apenas un año antes casi nadie fuera de Estados Unidos había oído hablar de él y es muy posible que no lo hubiesen hecho (al menos con esa dimensión) de no ser por el empeño de un directivo de su compañía discográfica y del “todo vale para lograr un objetivo” que decidió utilizar para relanzar la carrera de su pupilo que hasta ese momento parecía totalmente estancada… Y es que algunas veces no basta con ser bueno para alcanzar el éxito y una mano echada a tiempo vale mucho más que un gran trabajo…
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