Reincarnation, el esperado regreso de Boat Beam
Por Cristina Consuegra.
El pasado sábado 12 de marzo, el trío Boat Beam arrancó la gira de presentación de su segundo álbum, Reincarnation (2011), en la madrileña sala Moby Dick. “Un directo variado e interesante, con mayor presencia de elementos electrónicos sobre nuestro habitual lado orquestal; conciertos que tiran hacia lo épico más que a lo íntimo, donde conviven luz y oscuridad, como en la vida real”. Y es que tal como cuenta Josephine Ayling, la “australiana” del grupo de bright folk patrio por antonomasia, Boat Beam tenía ganas de escenario, de ofrecer a su cada vez más numeroso club de fans las canciones de este segundo trabajo, a pesar de que suponía todo un reto para ellas al no haber podido hacer el suficiente número de conciertos durante los meses de preparación y grabación del disco, lo que supuso un cierto «bajón» a nivel energético ante la carencia de fuente de inspiración y apoyo de su habitual público. “A pesar de que a nivel personal ha sido muy bueno porque hemos tenido un descanso, hemos podido disfrutar y relajarnos en casa, y dejar de pasar tanto tiempo en la furgoneta, teníamos muchas ganas de volver a conocer gente y tocar las canciones en diferentes lugares de España”.
De Puzzle shapes a Reincarnation
“Puzzle Shapes era un disco muy íntimo, queríamos que sonara como si alguien lo tocara en su habitación con un grupo de amigos, en general es un disco más minimalista y tímido. Reincarnation es otra historia, tiene mucha más seguridad. No soy yo hablando conmigo misma, como en Puzzle Shapes, sino yo hablando con todo el mundo. También Alisha y Aurora están más involucradas en Reincarnation, por lo cual es más un disco de Boat Beam”. Esta madurez o paso adelante, de la que habla Josephine, se percibe en la esencia del álbum, un trabajo que requiere de toda nuestra atención como espectadores sonoros, tanto en la melodía como en la lírica.
Reincarnation es un trabajo más ambicioso y cuidado que su primer álbum, Puzzle shapes, y para el cual Boat Beam ha querido tomarse su tiempo, dedicar a cada canción toda la energía que cada una de las mismas necesitaba. Un trabajo esperado no sólo por ellas, sino por el público que, tal como afirma Josephine, ha apoyado a través de mensajes este regreso, “este álbum es una evolución evidente, fácil de percibir. Parece que toda nuestra obsesión por los detalles y los arreglos han merecido la pena”.
Ese tiempo tomado y necesario, entre álbum y álbum, casi se palpa en el trabajo, y es que, el que primero grabaran el disco entero en borradores, “incluyendo algunas canciones que al final no formaron parte del álbum”, y después se lo mostraran al sello y su productor, Manuel Cabezali, meses antes de entrar en el estudio, tiene sus frutos, se nota cuando a un trabajo se le dedica el esfuerzo que requiere. “Grabamos varios días en el gran estudio de Dani Richter, en Madrid, El Lado Izquierdo, y después algunos coros y retoques, en el mini-estudio de Manuel. Como no nos metieron prisa los de la discográfica, pudimos añadir cosas según se nos iban ocurriendo, como por ejemplo la trompeta en «Sabio», ¡que la añadimos después de buscar varias semanas a un trompetista que pudiera hacerlo!”.
Para ordenar las canciones hasta llegar a la selección final, el grupo pensó en repartir las canciones entre las que necesitaban mayor o menor respiración. “Al final ha sido fácil porque las canciones nos sugerían su propio orden; al fin y al cabo, cada canción cuenta una historia y todas tienen algo en común, que es la reencarnación del espíritu humano en varias vidas distintas y cómo entendemos la muerte en diferentes culturas”.
Próximos conciertos de Boat Beam:
Sábado 2 de abril. Teatre de Manacor (Mallorca)
Jueves 28 de abril. Sala Obbio (Sevilla)
Viernes 29 de abril. Teatro Concha Segura (Yecla, Murcia)
Sábado 30 de abril. Teatro Echegaray (Málaga)