Días de ira (Tres narraciones en tierra de nadie)
Por Miguel Baquero.
DÍAS DE IRA (Tres narraciones en tierra de nadie) . Jorge Volpi . Editorial Páginas de Espuma . 216 pp. 17€
“A pesar del oscuro silencio”, “Días de ira” y “El juego del apocalipsis” se llaman los tres relatos que componen este nuevo libro del mexicano Jorge Volpi (1968), un autor de extensa trayectoria tanto en el cuento como en la novela como en el ensayo. En esta ocasión, Volpi ha reunido en un volumen tres relatos que parecían haber quedado, como indica el subtítulo, “en tierra de nadie”, o para ser más concretos en las 50-70 páginas, entre el cuento excesivamente largo y la novela excesivamente breve.
Los tres textos, o narraciones, que componen este volumen son, en sí, entidades autónomas. En principio poco tienen que ver entre sí. La primera de las narraciones, por ejemplo, “A pesar del oscuro silencio”, gira en torno a un viejo poeta que llegó a tener un fin trágico y de la obsesión a la que llega un joven lector cuando investiga en las circunstancias de su vida y su obra; en esta narración el tono es denso, como corresponde a un paisaje que parece ir cerrándose progresiva y peligrosamente alrededor del protagonista.
La segunda de las narraciones, “Días de ira”, trata sobre una persona de apariencia normal y hasta anodina que de pronto se encuentra envuelto en una extraña y confusa aventura que, de pronto, y en la línea de los relatos metaliterarios, le lleva a dudar si no será otra cosa que el personaje de una novela, que el títere de un escritor. En el caso de este “macrocuento” o “micronovela” el estilo es rápido, agilísimo, mucha parte de él dialogado, como producto de una situación tan rápida y cambiante que apenas si permite pergeñar de ella un esbozo, unas palabras sueltas, una redacción lo más veloz posible.
“El juego del apocalipsis” finalmente, la última narración de este volumen, nos sitúa ante un paraje calmo, relajado, en la víspera de una fiesta. Como corresponde a la situación, el estilo es aquí fluido, ingenioso, a tramos humorístico, una redacción amable que se irá encrespando a medida que los hechos vayan tomando un cariz más trágico.
Esta perfecta conjunción entre fondo y forma es uno de los aspectos que convierten en muy interesante esta colección de narraciones, y que nos muestra los registros que es capaz de manejar Volpi, adaptados siempre de forma impecable a la distancia y a la situación.