Una caperucita roja de Marjolaine Leray
Por Rebeca Martín.
Una caperucita roja. Marjolaine Leray. Ed. Océano Travesía, 2010. 1ª ed., 2ª imp. Cartoné. 40 pp,. il. Color, 21×13 cm., 5 euros.
Caperucita Roja ha dejado de ser la inocente niña que confunde al lobo con una buena persona y se deja engañar en su camino a casa de la abuelita. Si ya la reciente adaptación cinematográfica del cuento clásico de Charles Perrault nos acerca una visión muy distinta de la dulce niña a la que estábamos acostumbrados, esta nueva versión literaria de la historia tampoco nos deja indiferentes.
Estamos ante un álbum de pequeño formato y una sencillez gráfica apabullante. Los protagonistas de la historia, Caperucita y el lobo, aparecen ilustran sólo con trazos de carboncillo en dos colores: negro y rojo, por supuesto. Son trazos vivos y enérgicos que transmiten la personalidad de los personajes: un animal fiero y una niña pequeña desvalida.
Pero la historia da un giro sorprendente cuando Caperucita demuestra no sentirse intimidada por el lobo. Se acerca a su enorme dentadura, aguanta sus gritos y observa detenidamente todos sus movimientos. ¿Qué está pasando? ¿Guardará esta sorprendente niña algún as en la “caperuza”?
Marjolaine Leray recrea el famoso cuento clásico con mucha picardía y un estilo muy personal, algo que se agradece en historias que ya todos conocemos. Consigue crear un álbum que sorprenderá a los más pequeños y arrancará una sonrisa incluso a un adolescente poco lector. No hay edades que no se asombren ante el final de este “pobre” lobo feroz.
Y si te gusta Una caperucita roja, no dejes de leer La noche de la visita, de Benoît Jacques, otra recreación de este clásico en la que la abuelita, la Abu, provoca con su sordera la desesperación del gran lobo feroz, quien intenta entrar en la casa haciéndose pasar por una interminable serie de hilarantes personajes ficticios.
Definitivamente, el punto de vista francés le sigue sentando muy bien a este clásico.