Mil grullas para Japón
Por Ángel Domingo.
La poesía emerge de los escombros. El tsunami nipón ha inundado las redes sociales con innumerables muestras de afecto y solidaridad. Entre las nieblas del apocalipsis nuclear, como lo ha calificado el comisario europeo de Energía, Günther Öttinger, surgen algunas iniciativas que iluminan las sombras.
En Facebook, muchos han cambiado sus habituales imágenes de perfil por otras de apoyo al país del sol naciente. Domina el característico círculo rojo. Los artistas, como era de esperar, han sido los más creativos. La ilustradora Natascha Rosenberg ha colgado un elocuente dibujo que ha captado el sentimiento global, en el que un personaje típicamente japonés consuela a una pequeña. Pese a su dolor, la cobija. En palabras de sus amigos, “llega”.
Otros han optado por la reivindicación pura y dura. Expresando su férrea oposición a la energía atómica, han recuperado el popular lema de los años 80: “¿Nucleares? No, gracias”.
La información bulle en Twitter a lo largo de una sucesión interminable de titulares que siguen, al instante, la evolución de los reactores de Fukushima, debaten sobre el futuro de las centrales, comentan el drama de los supervivientes o simplemente usan la Red como muro de las lamentaciones de su impotencia ante la catástrofe padecida y la que aventuran.
En este maremágnum de informaciones y opiniones, destacan algunas iniciativas por su sencillez, emotividad y también calidez humana. Entre ellas, por la Red se han propagado las mil grullas de Makiko.
Esta japonesa, afincada en Madrid desde hace un año, ha creado un blog inmediatamente después de conocer la tragedia padecida por su país. Comparte que “aunque finalmente mi familia y amigos salieran ilesos, me sigue angustiando mucho ver las noticias que llegan desde Japón. Así que se me ha ocurrido una idea. El plan es que cada persona haga una grulla de origami. Después, me gustaría que cada uno se hiciera una foto con su grulla y me la mandara”.
En su cultura, cuenta Makiko, “solemos hacer mil grullas para que se cumpla un deseo. Por eso necesito vuestra ayuda para animar a mi país y especialmente a la gente que está en las zonas más afectadas por la catástrofe. Una vez que tengamos las mil, se las enviaremos a nuestros amigos del norte de Japón, que tanta ayuda y tanto ánimo van a necesitar”.
Hasta el momento, la web muestra más de medio millar de aves procedentes de infinidad de rincones del globo (España, Noruega, Italia, Francia, Polonia, México, Argentina, Brasil, Portugal, Ecuador, Colombia, Venezuela, Uruguay, Paraguay, El Salvador, Guatemala, Panamá, República Dominicana, Costa Rica, Puerto Rico, Perú y Chile) elaboradas con todo tipo de materiales, papeles de embalar o partituras de música, posando en jardines o dormitorios.
Los comentarios de aliento se cuentan por decenas. De los más expresivos, este de Ana Sanagustin: “El Japón es un país sorprendente. Vuestra cultura os delata; nos podríais dar lecciones de vuestro magnífico comportamiento. Sois fuertes, trabajadores, generosos, pacientes , educados ; nos sois polémicos. Sois un país preparado para las hecatombes y LO VAIS A SUPERAR “.
“No tengo palabras para agradecer el trabajo que estáis haciendo. Cada momento están llegando nuevas grullas, son tantas que me cuesta numerarlas y subirlas al blog. Estoy trabajando todo lo que puedo para que veáis reflejado aquí vuestro esfuerzo”, agradece la impulsora de la idea, quien confiesa que “ahora estoy muy preocupada por la situación en Fukushima, los incendios en los reactores y las fugas. Tengo puesta total confianza en mis 50 compatriotas, que están arriesgando su vida para que mi país sea más seguro. De todo corazón, les doy gracias. Mi espíritu está con ellos, enfriando los reactores mientras poco a poco bajan los niveles de radiactividad. Si ahora hay una esperanza, son ellos, y sus familias y amigos que esperan que vuelvan a salvo”.
Desde Argentina, Micaela ha abierto un blog en el que publica “postales para el pueblo japonés. Todas las imágenes que me envíen serán publicadas y llegarán a Japón para que los sobrevivientes, además de recibir ayuda para la reconstrucción de sus hogares, reciban un apoyo moral con las postales que les envíen las personas de otros lugares del mundo haciéndoles saber que estamos con ellos”.
Por torpes que seamos, aunque nos queden cojas, todas las grullas volarán a su nido. Makiko nos enseña la técnica en un vídeo y recuerda que “todas tienen alma”.
*Ilustración de Natascha Rosenberg.
*Fotografías del blog Las 1000 grullas.
Les agradezco profundamente que hayan publicado mi pyoyecto ayudando a la difusión. Debo destacar mi agradecimiento a todo el pueblo español ya que es el que más a participado del Proyecto «Ayudemos a Japón». Me emosiona cada postal que va llegando y también ver que ya vieron el sitio en lugares que me son tan remotos como Hungría o Taiwan. Les cuento que el sito ya supera las 2600 visitas y además ya cuenta con su versión en inglés. Si bien nací en Argentina y no tengo parientes en Japón le tengo muchisimo cariño y admiración a este pueblo desde muy pequeña. He estudiado muchas cosas de su cultura. Nuevamente gracias a ustedes, a todo el pueblo español y a todas las personas de diversos paises que han participado del proyecto. Estaré esperando nuevas postales y les recuerdo que cada visita al sitio suma ya que hemos recaudado casi 5 dolares gracias a los avisos publicitarios en estos días. Con mi corazón lleno de emosión, un fraterno abrazo,
Micaela.