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Los personajes buenos y malos en la obra de Jordi Sierra i Fabra II

Por José R. Cortés Criado.

Comenzaré esta exposición mostrando personajes buenos y malos en algunas obras destinadas al público infantil. Uno de los personajes favoritos de Sierra i Fabra es Víctor. Según su creador, es el niño que a él le hubiese gustado ser, por eso es tratado con mucho cariño a pesar de sus múltiples travesuras. Es uno de los buenos a pesar de todo.

Víctor es el protagonista de una colección de quince títulos, Los libros de Víctor y Cía.; es un niño voluntarioso al que nunca le salen las cosas como él las planea. Intenta ser amable con sus vecinos, pero todos se apartan aterrados cuando baja las escaleras del piso a todo correr; si quiere que el chico deseado por su hermana se fije en ella, con sus artimañas conseguirá como resultado que el joven no quiera saber nada de ella; y no duda en disfrazarse de princesa árabe con tal de acercarse a su ídolo, Bruce Springsteen, en Jamalají jamalajá. Así suelen ser sus “hazañas”. Cuando escribió para el periódico escolar, se sintió tan imbuido en su papel de intrépido reportero que reveló algunos secretos de sus vecinos, que mejor hubiese sido que siguiesen ocultos, como el hecho de añadir agua al vino el dueño de la bodega.  El chaval no sabe cómo pero al final de cada historia suele ser normal que su madre se preocupe, su hermana mayor chille, su hermano Quique no pare de quejarse, su padre no sepa qué hacer con semejante hijo y familiares y vecinos lo culpen a él de todo cuanto ocurre. Víctor ante tal situación no dude en pensar que Los mayores están locos, locos, locos.

En descargo de sus desaguisados, he de recordar que en el volumen número trece titulado Noche de paz o casi…, Víctor acaba siendo el triunfador de la velada, por una vez es más astuto que sus primos y consigue que éstos manifiesten sus verdaderas intenciones respetos a sus ancianas tías y demás miembro de la familia. Por primera vez Víctor es felicitado. Consigue mostrar su mejor cara al mismo tiempo que sus primos muestran su desprecio por sus ancianas tías y por la vida honrada que lleva el padre de Víctor, mientras alaban los negocios nada claros de su padre.

Otro personaje muy similar a éste es Lamberto, protagonista de ¡¡¡Lamberto!!!  Un niño que atrae los problemas, intenta hacer el bien y todo le sale mal, él oye, interpreta y pasa lo que pasa, nada le sale derecho. Es imposible que en un sólo día le ocurran tantas cosas: lee, se transforma en una mezcla de Robín Hood, San Francisco y boy scout, quiere hacer deporte y ensucia la fachada de su casa y rompe un cristal de la vivienda del vecino; quiere ayudar a su hermana, y la enfada con su mejor amiga; a su hermano le fastidia jugar en la final del campeonato de fútbol, a su padre lo pone en manos de unas viejas chaladas como si fuese alcohólico, a un ratero le facilita la entrada en su casa y le da la mejor ropa de la familia, se queda al cuidado de su hermana de seis meses y  la cambia por otro bebé sin darse cuenta, en fin, que para ser el primer día de vacaciones de Navidad, realiza mil cosas y ninguna derecha.

En Benezén el pescador aparece una buena persona, Mayankaye, pescador que tiene la fortuna de descubrir un criadero de ostras cuando la pesca desapareció de su caladero. A pesar de no pescar nada, se hace todos los día a la mar con la esperanza de capturar algún pez y cuando se siente mayor le confiesa a su hijo el origen de su riqueza. Benezén despilfarra rápidamente la herencia paterna y cuando no le queda ninguna perla que vender descubre un nuevo caladero infestado de peces, volviendo a sus orígenes, vuelve a ser pescador como todos sus antepasados y es feliz.

En Los tigres del valle, un personaje muy sensato es el hombre más longevo de un poblado indio, Hari, con unos 110 años, a quien la edad había robado el juicio, pero tenía muy claro que la aldea desaparecería si se eliminasen los tigres que viven en la zona. Ni el gobernador, ni sus vecinos, ni el ejército le hacen caso cuando grita: ¡No matéis a los tigres de valle! Como consecuencia de este exterminio, se rompió el equilibrio ecológico y los chimpancés invadieron cada rincón de valle obligando a los seres humanos a abandonar el territorio. En esta obra “los malos” son los que alteran la cadena alimenticia del valle. Aydin es el título de un libro y el nombre de una ballena que se escapa de un laboratorio ucraniano y decide quedarse a vivir en la costa turca. Ucrania reclama su propiedad y se la lleva; la ballena se escapa y vuelve en busca de sus amigos, especialmente de Godar, el joven que la cuida. Él, los habitantes del pueblo y los ecologistas representan al bando de los bienhechores y las autoridades ucranianas que experimentan en un laboratorio secreto con la ballena son los malévolos. No quieren saber que los seres somos libres y debemos vivir libremente.

Y hasta los genios pueden ser buenos y malos. En Cuando los genios andan sueltos encontramos una serie de personas singulares capaces de inventar envolventes silencios, gafas insólitas, elixires de la vida, semillas de la felicidad, … y aspirar a conseguir el Premio a la Creación, pero no todos juegan limpio, el joven Astradamus no tiene escrúpulos morales a la hora de codiciar tan preciado tesoro. Menos mal que fue descubierto y no consiguió su objetivo.

Juan, El niño que vivía en las estrellas, es un personaje bueno al que las circunstancias de la vida no le fueron favorables. Su madre murió joven y su padre, un desequilibrado e inadaptado social no sabe cuidarlo; lo mal alimenta, lo mal educa y lo tiene encerrado en su chabola impidiéndole tener contacto alguno con la sociedad, pero este padre no es un personaje malvado, es otra víctima de la sociedad.

Muchos malos juntos aparecen en Cabello blanco en cabeza peluda. Se trata de la aparición de la primera cana en la cabellera de un señor, y del rechazo de todos los demás “vecinos” hacia su “persona”. Si bien en un principio fue rechazado por todos, poco a poco el “vecino” distinto va consiguiendo la amistad de otros, hasta que consigue que los racistas antisociales terminen por aceptarlo como un igual.

Un personaje entrañable es Chelsea, protagonista de La niña que no podía reír. Es una jovencita con el síndrome de Moebius, el cual le impide reír, pues carece de musculatura necesaria para ello. Los personajes que pueden ser catalogados como buenos son ella, sus padres y los médicos que consiguieron implantarle un músculo y así poder reír. Sus opuestos, es decir, los catalogados como malos, son determinados compañeros de Chelsea que se ríen de ella por su aspecto físico, sin reparar en su problema, la consideran idiota al desconocer que su problema es físico y no psíquico.

Otro personaje entrañable es Pablo, chico con el síndrome de Dowm. Cuando se da cuenta de que es distinto, sus padres le cuentan que ha nacido con un palito más en el cromosoma 21 -ha de tener dos y una persona con síndrome de Down tiene tres-, y que por lo tanto su cerebro iría un paso por detrás de los demás. Es el protagonista de tres obras: Mis hermanos y yo, Soy especial para mis amigos y ¿Qué seré cuando sea mayor?, son libros escritos con un sentido muy positivo que pretende acercar a los lectores más jóvenes a sus semejantes con ese síndrome para que su integración social sea lo más acertadamente posible. Sierra i Fabra nos presenta al personaje con mucha ternura, ganas de aprender y de hacer muchos amigos. Cuando Pablo descubre que no puede participar en todos los juegos que se desarrollan en el patio del colegio y conoce a otros compañeros que tampoco pueden hacerlo por ser poco habilidosos, se percata de que existen otras cosas interesantes que el puede llevar a cabo, como aprender adivinanzas.

En Tres (historias de terror) aparece un personaje que sufre pánico cuando descubre que él, su hermana y sus padres son máquinas. Aquí difícilmente podemos catalogar de buenos o malos a los protagonistas, pero el pobre chico se aterroriza cuando descubre la verdadera identidad de su familia y se subleva ante ello pero no pude hacer nada, es una máquina casi perfecta, parece totalmente humana. Descubrió la realidad cuando su hermana sufrió un accidente.

Miguel, protagonista de Querido hijo: estás despedido, es un chico travieso que “tiene a los padres fritos”. Cansados de tanto capricho, desorden, falta de colaboración y desobediencia, los padres deciden despedir a su hijo y “ponerlo de patitas en la calle”, para lo cual le presentan una carta de despido. Aquí el malo es el niño, aunque alguno podrá pensar que los despiadados son esos padres desalmados que arrojan a su hijo a la calle y se desentiende de sus obligaciones familiares. Finalmente Miguel recapacita sobre su actitud y elabora un pliego de descargos que presenta a sus padres y éstos reconsideran su propuesta inicial.

En La biblioteca de los libros vacíos podemos considera como malos a todos los habitantes de ese pueblo, donde las letras se desprendieron de las páginas de los libros porque nadie los leía. Y como buenos, a los niños y niñas que pacientemente fueron recogiendo las diferentes letras y reescribiendo los libros para que la cultura no desapareciese.

Sietecolores es el nombre de la niña protagonista del libro que lleva su nombre por título. Es la primera niña que nace así. En su pueblo los habitantes se diferencian por su color, cada grupo tiene uno de los colores del arco iris. Sietecolores nació con una mezcla de todos ellos y por eso fue rechazada el primer día que acudió a su colegio. Los “malvados” se rieron de ella y le hicieron sentirse mal por ser distinta. Afortunadamente supo reaccionar a tiempo y renunció a camuflarse, decidió sentirse orgullosa de su diferencia.

Pero el personaje más feliz y más bueno es El extraordinario Félix Feliz. Es un señor que se dedica a localizar edificios donde sus moradores no se llevan bien. Cuando encuentra uno adecuado a sus necesidades se instala en él. Su presencia siembra en primer lugar el desconcierto entre el resto de los inquilinos; después surgen pequeños conflictos que soluciona fácilmente y cuando reina la armonía en el bloque se muda a otro donde tienen necesidad de su presencia.

En El soldado y la niña, los ruines son los enemigos en guerra, con lo cual hay malos en los dos bandos. La niña simboliza la muerte, pero tiene algo de especial, hace ver al soldado los males que acarrea un conflicto bélico y las falsas promesas que suelen hacer los señores que declaran la guerra pero no acuden a combatir al frente. Éstos últimos, también forman parte de los réprobos.

Malos malos son también los fabricantes de bombas que crean unas armas mortíferas que son lanzadas sobre personas, tanto militares como civiles y acaban con vidas inocentes. Con el temor de que una bomba estalle y acabe con la vida de unos inocentes niños se lee La bomba.

Bueno es Fortunato, protagonista de Querido Rey de España, que no puede permitir que todo el mundo golpe al Jefe del Estado cada vez que pega un sello en una carta. Para evitar semejante castigo escribe a la Casa Real solicitando que se impida tal falta de respeto y cuidado.

También son bondadosos los personajes de Una [estupenda] historia de dragones y princesas […más o menos], tanto la princesa raptada por el dragón, como su padre y hermana, pero más bueno son aún el dragón y el joven valiente que decide enfrentarse al monstruo para rescatar a la princesa. Quizás sea un poco díscola La Voz de la Conciencia o Sentido Común, protagonista también de ese libro, que intenta desbaratar la historia al autor, pero en absoluto se puede catalogar de maligna.

Otro personaje bueno y entrañable es Kafka en Kafka y la muñeca viajera. El personaje se encuentra un día a una niña, Elsi, llorando en el parque porque ha perdido su muñeca, Brígida. Kafka le dice que se fue de viaje por ser libre y que él es el cartero de muñecas, y le entrega cartas durante dos semanas de la incansable viajera llenas de alegría y felicidad.

Con esta última referencia finalizo el presente artículo y aunque no se han reflejado la totalidad de los personajes infantiles de este autor, creo que la obra seleccionada es muestra más que suficiente para conocer determinados personajes.

Bibliografía:

  1. ¡¡¡Lambertooo!!!, M., Anaya. 1988.
  2. Benezén el pescador, M., SM. 1989.
  3. Los tigres del valle, B., Edebé, 1994.
  4. Aydín, B., Edebé, 1994. 
  5. Noticias frescas, M., SM, 1994
  6. Los mayores están locos, locos, locos, M., SM, 1994.
  7. Cuando los genios andan sueltos, B., Grijalbo Junior, 1994.
  8. Jamalají, jamalajá, M., SM, 1995.
  9. Noche de paz…o casi, M., SM, 1995.
  10. El niño que vivía en las estrellas, M., Alfaguara, 1996.
  11. La voz interior, M., SM. 1997.
  12. Cabello blanco en cabeza peluda, M., Bruño, 1999.
  13. La niña que no podía reír, B., STJ, 2000.
  14. Tres (Historias de terror), B., Espasa, 2000.
  15. Querido hijo: estás despedido, M., Alfaguara, 2000.
  16. La biblioteca de los libros vacíos, Quito, Libresa.
  17. Sietecolores, Santiago de Chile, Arrayán, 2001.
  18. El extraordinario Félix Feliz, México, Alfaguara, 2002.
  19. Soy especial para mis amigos, B., Edebé y Fundación Síndrome de Down, 2003.
  20. ¿Qué seré cuando sea mayor?, B., Edebé y Fundación Síndrome de Down, 2003.
  21. Mis hermanos y yo, B., Edebé y Fundación Síndrome de Down, 2003.
  22. El soldado y la niña, B., Destino, 2003 / Seul, Publishing Moonji, 2004.
  23. Una (estupenda) historia de dragones y princesas (…más o menos), M., Alfaguara, 2005.
  24. Querido Rey de España, Zaragoza, Edelvives, 2005.
  25. Kafka y la muñeca viajera, M., Siruela, 2006.
  26. La página escrita, M., SM, 2006.

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