Fillmore East, el templo del blues y el rock
Por Javier Franco.
Encallado en la Segunda Avenida, en el East Village neoyorquino, se encuentra uno de los templos de la música popular de las últimas décadas. Apenas fueron tres años los que estuvo abierto el Fillmore East, sin embargo, por él pasaron todas las grandes estrellas del naciente rock&roll de finales de los sesenta y principios de los setenta.
Antes de ganarse su fama, el pequeño teatro situado cerca del East 6th Street había sido un teatro judío y una sala de cine. Denominado durante años bajo el nombre de Commodore Theatre o Village Theatre, fue en el año 1968 cuando el empresario Bill Graham adquirió el viejo teatro para darle una nueva vida. Anteriormente, el propio Graham ya había probado suerte (y con éxito) en la promoción de conciertos en la costa oeste estadounidense. El empresario llegaba a la gran manzana con la intención de convertir el viejo teatro judío en el nuevo Fillmore East, hermano del Fillmore West, asentado ya en la ciudad de San Francisco.
Sin embargo, el hermano pequeño se convertiría en poco tiempo en el más grande de la familia. Con sus cerca de 2700 butacas, la sala pasó a ser la favorita de muchos de los grupos de la época, gracias a su estupenda acústica y sonoridad. Con doble sesión de rock&roll los viernes y sábados, los melómanos de la ciudad neoyorquina ya no tenían excusa para no pasarse por el East Village y disfrutar de los mejores grupos de la música popular norteamericana.
Una de las formaciones que más veces presentó sus canciones en el Fillmore East fueron The Allman Brothers. Considerados de manera informal el “grupo de la casa”, los hermanos de Jacksonville y su tropa terminarían grabando uno de los mejores álbumes de rock en directo de la historia. Durante esas dos míticas noches en la sala neoyorquina, la banda incendiaría el escenario con su mezcla de blues y rock sureño, grabando su particular Live At The Fillmore East.
Sin embargo, no fueron los únicos que le terminarían cogiendo gusto al teatro de la Segunda Avenida. Jefferson Airplane, el grupo psicodélico por excelencia de la San Francisco hippy, siempre fue fiel a Bill Graham. Tanto en la sede californiana como en la neoyorquina, la banda liderada por Grace Slick grabó varios álbumes en los teatros Fillmore a lo largo de su carrera.
Otro de los habituales en la sala de conciertos del Village fueron los californianos Grateful Dead que, con su mezcla de blues y psicodelia ácida, recorrieron toda la geografía norteamericana, incluida la reluciente New York. O el bluesman Taj Majal, que llegaría a tocar ocho veces en el Fillmore East neoyorquino.
No obstante, quizás uno de los álbumes más conocidos de los grabados en su momento en el teatro sea Band of Gypsys de Jimi Hendrix y compañía. Último disco en vida de uno de los grandes guitarristas de la historia, se convertiría en uno de los mejores testamentos del rock de la época, grabado, como no podía ser de otra manera, en el Fillmore East.
La lista podría seguir casi hasta el infinito, pues no había artista de la época que se precie que no pasara por el mítico teatro neoyorquino. Joe Cocker, Derek and The Dominos, The Byrds, Van Morrison, Albert King, King Crimson, Al Kooper & Mike Bloomfield, Love, Mountain, John Mayall, Laura Nyro, The Nice, Frank Zappa y sus The Mothers, Johnny Winter, Neil Young acompañado de sus inseparables Crazy Horse, Ten Years After, Quicksilver Messenger Service. Incluso el jazz terminó apareciendo por las butacas del teatro cuando el trompetista Miles Davis dejó su huella en el Fillmore East durante la gira de presentación de su mítico Bitches Brew.
Ninguno de los grandes nombres de la época dudó en acudir a la llamada del teatro de Bill Graham, que prometía un público y una sala a la altura del cartel. Sin embargo, por desgracia el propio Bill se vería obligado a cerrar los dos teatros Fillmore en el año 1971. Comenzaba la época de los grupos de estadio y la vieja sala encallada en el East Village neoyorquino se había quedado pequeña. El pobre Bill no podía luchar frente a los grandes promotores de conciertos que comenzaban a ver en la música popular una industria con la que hacer dinero fácil.
Sería el 27 de Junio de 1971 cuando el teatro pondría por última vez el cartel de no hay billetes. En el acto de defunción participarían, como no podía ser de otra manera, The Allman Brothers junto a The J. Geils Band y Albert King, además de artistas invitados de la talla de The Beach Boys, Country Joe McDonald o Mountain. Hoy, treinta años después, sólo un poste y la vieja fachada dan fe de que allí, en su momento, se asentó uno de los grandes templos del rock y el blues.
Escucha aquí una selección con los mejores conciertos celebrados en el Fillmore East