Abrir una cuenta Twitter como el Dalai Lama
Por Marianna Salvioli.
Es muy audaz hacer aforismos en plano siglo XXI, pero de proponérselo sería pertinente llevar un nombre que inspire respeto, como es el caso de Mario Pérez Antolín. La justificación para escribirlos, según el autor, es que los aforismos reducen la posibilidad de aburrir, como sucede con un tratado. Si esta persona sentencia, además, “Doy gracias a los que me critican, al menos me tienen en cuenta”, genera cierta imposición; suficiente como para preguntarse si debemos o no comentar nuestras críticas sobre Profanación del poder (2011, los libros del lince).
A lo largo de doscientas páginas, Pérez Antolín escribe sus ocurrencias sobre la vida. En algunas nos encontramos con la ironía necesaria como para hacerte sonreír mientras señala los males del mundo (la popularidad exacerbada a través de los medios de comunicación, la corrupción, el hambre, la guerra); otras, las más ficcionales, son menos logradas. Entre las primeras y las segundas, incluye consejos sobre la prudencia y me pregunto si se puede hablar de esto con total sinceridad cuando se publica, a menos que sea exclusivamente para “que otros caigan en (su) locura y (él) se deshaga de ella”.
El libro, en general, está bastante bien y tiene varias conclusiones que podrían citarse al empezar un ensayo o una conferencia tipo TED.com, aunque Pérez Antolín carece (evidentemente) todavía del tiempo y la fama como para competir con Marco Aurelio, Oscar Wilde, Bernard Shaw o Dalai Lama.
Profanación del poder parece haber sido escrito sin un orden establecido que nos ayude a ubicar los aforismos por tema; más bien va un poco a su antojo, como si se tratase de reflexiones del momento, enriquecidas después con una buena carga de ironía. Así, siguiendo su propio precepto (“Siempre hemos de sacar provecho a lo que hacemos. La supervivencia nos quiere prácticos antes que estéticos”), quizá el libro tendría más relevancia en otros formatos como, por ejemplo, una cuenta Twitter. Y es que hasta el propio Dalai Lama tiene la suya: http://twitter.com/dalailama
En cualquier caso, Profanación del poder es un libro arriesgado para publicar y solo lo podía hacer una editorial, Los libros del lince, que arriesga con sus propuestas y que no se guía únicamente por los índices de ventas.