Sara Servito

Por José R. Cortés Criado.

Este cómic nos ofrece una historia de intriga con cierta carga erótica en la ciudad de Venecia en el siglo XVIII, momento en el que la ruina moral de sus habitantes conduce a la desaparición de la Serenísima, este pensamiento lleva a la protagonista a inmolarse al ritmo decadente de la sociedad ofreciéndose como cortesana sin desear dinero alguno por sus servicios, es su particular formar de castigarse por algo de lo que se siente culpable.

La meretriz Sarà Servito se duele de la decadencia tanto física como moral de la bella ciudad de Venecia y mientras reflexiona sobre su pasado renacentista glorioso lo compara, no sin amargura, con la sociedad en la que le ha tocado vivir.

Recorre sus canales acudiendo a las citas concertadas con sus clientes en elegantes o ruinosos palacios, en locales donde el lujo y el placer se dan cita, lupanares donde la práctica del sexo no tiene límites, conventos donde los pecados de la carne son disimulados o el palacio episcopal donde Sara y su amiga Donatella representan a las hijas de Lot cuando abusan de su padre para tener descendencia y su santo padre es representado por el arzobispo.

La cortesana en realidad se llama Marina, es pintora, que cita a Epicuro o Goldoni, recrea escenas de la mitología griega, acude con un amigo a comprar libros de Poliziano o Ficino, reflexiona en sus diálogos sobre el próximo hundimiento de su ciudad.

Esta faceta oculta la hace conocer a gente de los barrios marginales y con ellos vengar la muerte de su viejo amigo Ugo, alcahuete y confidente, el del corazón lleno de pliegues.

Al observar la portada del libro destaca la protagonista, en cuya cara ocupa gran espacio sus ojos, que recuerdan el tipo de dibujo de los mangas japoneses, y el sátiro sobre una góndola en el Gran Canal de Venecia, destacando a sus espaldas el colorido de los edificios.

En su interior destaca el color sobre los dibujos, la autora, Laura Pérez Vernetti-Blina ha sabido llevar al papel el colorido de Venecia, tanto en sus fachadas como en los interiores de los palacios o el ropaje de los personajes, especialmente en los disfraces.

Los personajes son resueltos con trazos firmes y sencillos que perfectamente los caracterizan, además de la ausencia de color en los cuerpos, hecho que hace que resalten más sobre los fondos de las viñetas.

Si los personajes son dibujados con trazos sencillos, los edificios, puentes, puertas, muebles, tapicerías, disfraces son recreados y llenos de pequeños detalles que lo dotan de gran realismo.

Se trata de un buen libro donde imagen y texto se funden en una obra llena de intriga, donde la trama se mezcla con reflexiones vitales de la protagonista que nos trasmite su tristeza por la decadente sociedad en la que le ha tocado vivir, sus fobias y sus apreciaciones.

Venecia se hunde, nos dice Marina, pero no únicamente por el empuje constante del agua, sino por la decadencia moral, cultural y política en la que se halla inmersa, donde todo se permite salvo la libertad de pensamiento.

«Sara Servito», de Laura y Felipe Hernández Cava. Ediciones De Ponent, Colección Crepúsculo nº 22. Cartoné, 80 pp., 21 x 29,7 cm., 19 €.