Más cultura

El Cervantes alemán de Eugenia Rico

Por Alfredo Llopico.
 
En La muerte blanca, de lectura honda y reposada, la escritora Eugenia Rico consigue una dolorida exposición de los sentimientos sin caer en el sentimentalismo. La protagonista de esta novela se convierte en escritora tras la muerte de su joven hermano, que le había animado en vida a escribir porque solo quedarán las palabras que ella escriba de él, que son menos que nada, pero no sin antes hacerle saber que lo importante es dejar una huella, ser recordado por algo. Hacer algo grande, muy grande.
Y recién acabo de leer esta novela cuando llegan los ecos de la calurosa, como también grande la acogida que la crítica literaria ha brindado a la escritora española en Alemania tras la publicación de su última novela Aunque seamos malditas por la prestigiosa editorial Hoffmann und Campe, presentada recientemente en el Instituto Cervantes de Berlín.
Hace treinta años que un escritor español no tenía esta acogida en Alemania. De hecho, desde que el destacado crítico literario Marcel Reich-Ranicki consagró a Javier Marías como un gran escritor español, los alemanes habían perdido interés en la literatura de España.
.
Ahora, Eugenia Rico, considerada de antemano una gran novelista por José María Merino, y aupada en su última obra por los comentarios de Fernando Marías, ha conseguido que Daniel Kehlmann, el escritor alemán más prestigioso del momento, la aclame como «la voz más importante de la literatura contemporanea en español» por su libro Aunque seamos malditas. Y que, por su parte, Ulrike Timm, sucesora natural de Ranicki como crítica más prestigiosa de Alemania, desde su influyente programa cultural en la todopoderosa «Deustchlandradio», la defina como la nueva gran estrella de la novela, como la Virginia Woolf española.
 
Eugenia Rico sigue buscando a través de sus novelas. Pero todas las búsquedas tienen su recompensa. Y a pesar de ser escritora de culto todavía desconocida para el gran público es un continente literario por descubrir y por disfrutar.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *