Gary Moore: todavía quedan músicos de blues
Gary Moore fue uno de esos guitarristas que nunca renunció al sonido ancestral del blues. A pesar de que su época dorada coincidió con el auge del hard-rock, allá por la década de los setenta, su fraseo de guitarra siempre dejaba ese regusto a blues, a wkisky y carretera.
Nacido en Belfast, en el corazón de Irlanda, su historia cumple casi a la perfección los cánones de los grandes guitarristas de la historia. Sólo tenía ocho años cuando cogió su primera guitarra y a la edad de catorce ya comenzaba a demostrar sus habilidades con las seis cuerdas. Corrían los felices años sesenta, eran tiempos de Jimy Hendrix, Elvis Presley y The Beatles. Todos ellos influirían en mayor o menor medida en el estilo de Moore, sin embargo, el joven guitarrista siempre tuvo predilección por sonidos más cercanos al blues. Artistas como John Mayall y sus Bluesbrakers o Albert King fueron claves para orientar el sonido de Moore hacia terrenos dominados por el blues-rock.
Su primera gran oportunidad llegaría en el año 1967 con la creación de Skid Row, banda con la que grabaría dos álbumes antes de 1972. El éxito de la banda fue moderado, sin embargo, le sirvió a Moore para conocer al que sería uno de sus grandes referentes en el mundo de la guitarra: Peter Green, guitarrista de Fletwood Mac. Años después, el irlandés le rendiría un merecido tributo en su álbum de 1995 Blues for Greeny.
Sin embargo, si por algo es conocido Gary Moore hoy en día es por su fugaz e intermitente paso por Thin Lizzy. Sería junto al cantante Phil Lynott cuando el guitarrista adquiriría su mayor cota de popularidad, aunque la colaboración de ambos puede considerarse casi anecdótica respecto a la inmensa discografía de Moore en solitario. Para la historia siempre quedará ese fraseo de guitarra en “Still in Love With You”, única contribución del guitarrista a Nightlife (1974), cuarto álbum de Thin Lizzy. A partir de ese momento Moore se subiría definitivamente al tren del hard-rock, ya fuera en sus discos en solitario o en sus esporádicas reuniones con Lynott, destacando sus baladas, en las que Moore desplegaba todo su saber hacer a las seis cuerdas.
Durante los años setenta el músico irlandés iría ganando su prestigio en el mundo de la guitarra, permitiéndole colaborar a lo largo de su carrera con otros grandes la música como David Gilmour, Ginger Baker o Jim Capaldi. Sin embargo, si hay un disco que merezca subrayar entre los más de treinta que componen su discografía ese es Still Got The Blues. En él, después de muchos años dedicado al mundo del rock, Moore vuelve a ese estilo ancestral que le enamoró desde pequeño, recuperando lo que mejor sabe hacer: tocar blues con su guitarra eléctrica. Y para ello, qué mejor que rodearse que grandes nombres de la talla de BB King, Albert King, George Harrison, Nicky Hopkins o Don Airey.
Moore volvía a sus inicios, viente años después de comenzar sus andanzas en el mundo de la música. A partir de ese Still Got the Blues -publicado en 1990-, la guitarra de Moore dedicaría gran parte de su tiempo a rendir tributo al estilo con el que aprendió a tocar la guitarra, al viejo blues de carretera y electricidad al rojo vivo. Así hasta el pasado 6 de Febrero, en el que el guitarrista nos dejaba, con apenas 58 años a sus espaldas.
Hace unas semanas nos visitaba su vieja banda Thin Lizzy -ya sin Phil Lynott y sin el propio Gary Moore- y algunos recordábamos esos tiempos de “Still in Love with You”, la balada que compondría el guitarrista irlandés allá por el año 1973. Hoy le volvemos a recordar por toda una vida dedicada a la guitarra. Todavía quedan músicos de blues.