"Despojos" y "Niebla", de Mª Virtudes Reza
Dos poemas de Mª Virtudes Reza Sánchez.
Despojos
Tal vez, desde mi refugio,
vea el color de la alegría,
o la tristeza no compartida.
Tal vez desde el acantilado de los recuerdos
halle el valor para decir un adiós definitivo,
al abrigo de las olas de la vida,
que me zarandean,
en ese instante puntual,
del que no veo final.
Me sobra dolor,
me falta valor,
me falta la luz,
que me hace entender la realidad,
y que me hace entender lo que no es verdad.
Despojos de locura,
guardados en los rincones,
del corazón débil y debilitado,
en la imagen anulada,
de un ser que fue persona.
Despojos de amargura,
en el pensamiento repetitivo,
y en el repetido por igual hasta la saciedad.
Despojos de errores,
inciertos y seguros,
que arrastran su sombra sin aprender del pasado.
Tal vez desde el avatar de la melancolía,
susurre el corazón,
y la carne haga justicia,
de una vida en blanco y negro,
y griten los sentimientos,
y despierten los sueños,
y sean arrojados los despojos de carne podrida.
Despojos del pozo muerto,
del pozo hondo y oscuro,
del pozo que duerme,
sin esperar ese beso que lo despierte,
sin esperar al propietario del beso.
Niebla
Niebla sólida, húmeda, sombría
como el pensamiento oculto,
de la mente inactiva,
brisa suave, cálida
como sentimiento vivo
del alma pura,
como luz de vida,
que llena la garganta,
que reboza de esperanza,
como esencia de ser,
y ser de agua clara,
que agota la calma,
y aposenta las lágrimas,
como viento de venganza,
y derrota sin garra,
como borrascas sin imagen,
como el llanto sin rostro,
como la verdad sin dueño.
Vientos de lenta savia,
savia de vida,
vida de nada,
y de todos el tormento,
infinita tortura,
como el horizonte sin tierra,
y el mar sin agua,
como el vuelo sin alas,
como la irritante ironía del ser,
y la paciencia del abismo sin límite,
como la disculpa sin previo aguante,
el escape sin entrega,
y la comprensión sin espera.