Fase 3. Experimento Azul. David Torres
En tu fiesta me colé
Por Laura Muñoz.
Esta vez el nivel de dificultad -al igual que les pasa a Vanessa, Carlos y David-, ha crecido. No sé si en demasía. Fernando me dio pie a que le entrevistara para entrar en faena. Carlos ya hizo que tuviera que tirar de mis alas negras a propulsión (preciosas, por cierto) y hacer encaje de bolillos mientras hablábamos. Todo bien. Superado.
No quería dejar pasar mucho tiempo entre una visita y otra pero, tras presentarme en casa de David Torres y colaborar con su chica gritando frente a la puerta de su… ¿pantalla? Hasta por debajo de la puerta salía el resplandor azul, ¡por Dios! Nada. Su novia ya me lo advirtió, pero yo pensaba que, si había volado al tejado de Carlos y había conseguido 155 bolsas de pipas en un solo establecimiento (no he comprobado que siga vivo… Las compré con sal y ahora debe tener un subidón de sodio que para qué… Bueno, no puedo estar a todo), esto tampoco se me resistiría. ERROR.
Tres veces (TRES) intenté colarme por las ventanas (otra vez las alas y el cuero) sin resultado. Ha tapiado todas. He deslizado mensajitos escritos con fluorescente bajo la puerta. He marcado su número de móvil para escuchar “Apagado o fuera de cobertura”, rompí los paneles solares con los que he oído que carga la batería por temor a que le roben la docena de cargadores con los que se ha hecho. NADA.
Me empezaba a desesperar pero ahora el error lo cometía él en una de sus entradas del blog: Breaking Bad.
Me pongo en contacto con AMC, la cadena original, y me dicen que ni de coña me dan un papel (había que intentarlo). Pero como una aprendió hace mucho tiempo que hay que tener amigos hasta en el infierno, un contacto me lleva al otro y consigo tener una conversación con el Señor Gilligan, que accede a dejar que me cuele en uno de los episodios de la serie a cambio de un 5J. ¡Estos americanos sí que saben!
Ahora solo me queda esperar que David llegue al episodio que he pactado con Gill para hablar con él.
– ¡David! ¡Hey! En la pantalla, hombre… en la pantalla de la televisión (qué difícil me lo pone…). No tengo mucho tiempo así que seré breve e (intentaré) concisa.
Estoy tan metida en este bucle celeste que he olvidado que le estoy hablando a través de una pantalla, ¡qué locura más genial! No sé por qué, accede a tener una conversación conmigo, así que me hago la loca respecto a la situación que tenemos entre manos y empezamos.
P.: Antes de empezar la entrevista, dime… ¿tendría que hacérsela a tu sobrino o finalmente aceptaste de lleno el reto? (Parece más receptivo que Salem, ha apartado la consola a un lado y me mira).
R.: No lo entiendo. ¿Mi sobrino? Hace un momento tenía a Walt rapado al cero en mi pupila izquierda, a punto de encontrarse con un narcotraficante chungo, y a la chica pelirroja muerta por enésima vez en mi pupila derecha, y de golpe apareces tú. Perdona, pero todavía no controlo bien eso del tercer ojo. ¿Mi sobrino dices? No hay quien lo saque del Super Mario Bros.
David ha fijado su tercer ojo en mí, así que nos ponemos al lío…
P.: Al comienzo del Experimento Azul dejaste constar en tu blog (http://hotelkafka.com/blogs/david_torres ) algo que me llamó la atención: comparaste la llegada de la Nintendo a tu vida con descubrimientos que supusieron algo importante(o al menos “Algo para recordar”) en tu vida como saborear la Coca-Cola, leer comics, la bonita espera del “Piii” del telefonillo para bajar a jugar a la calle… ¿Estás consiguiendo con GhostTrick que el niño que llevas dentro salga a pasear por tu hábitat de adulto?
R.: Bueno, yo nunca puedo abandonar al niño que llevo dentro (de hecho, parece que estoy preñado de doce meses) en casi nada de lo que hago o me propongo: al escribir, al cocinar, al salir a la calle. Así que con Ghost Trick no ha sido nada difícil dar unos cuantos pasos atrás y volver a la época de los pantalones cortos. De hecho, como su nombre indica, se trata de un videojuego, y la palabra “juego” es fundamental. Yo no concibo casi nada (ni la literatura, ni el sexo, ni la cocina, ni la vida en general) sin ese componente lúdico, de apuesta a cara o cruz.
P.: En la primera entrada de tu blog nos introduces en la trama del juego a través de los personajes que has encontrado y, como sabemos que tienes una BBDD mental en la que almacenas todas las películas y series de TV habidas y por haber, ¿podrías establecer un vínculo con alguna?
R.: Hay muchos referentes. El primero que se me ocurrió, al establecer la narración desde una voz en primera persona que cuenta su propia muerte, es Sunset Boulevard de Billy Wilder, uno de los comienzos más impresionantes de la historia del cine plagiado sin ningún rubor en American Beauty. Luego la historia se decanta hacia el típico follón de novela negra, con multitud de personajes curiosos, pero me gusta sobre todo el sentido del humor que han sabido imprimirle a la trama.¡
P.: En la segunda entrada ya estás metido de lleno y das una respuesta clara a la pregunta planteada por “EL CREADOR” del EA. Ya avanzados en el juego, ¿sigues pensando lo mismo? ¿Tiene suficiente peso la trama de GT como para poder ser comparada con una novela negra?
R.: Con una gran novela negra, desde luego, todavía no, pero tampoco las primeras películas de cine mudo podían compararse con Chesterton o Conan Doyle, del mismo modo que las primeras series de televisión, Starsky y Hutch o Los ángeles de Charlie, podían compararse con El padrino. Sin embargo, a nadie se le escapa que muy pronto el cine dio un salto cualitativo extraordinario, al igual que la televisión lo ha hecho durante la última década, con teleseries formidables como Los Soprano, A dos metros bajo tierra o The Shield, que es, en mi modesta opinión, una obra de cine negro de la profundidad, la tensión y la belleza de Chinatown o de 1280 almas. Los videojuegos se encuentran aún en una fase experimental pero es un medio que no tardará en evolucionar hacia un estadio superior de desarrollo y podremos ver auténticas obras maestras.
P.: También dejas preparada una dosis de presión para Vanessa y Carlos soltando que vas por el nivel 15… Es el momento de contrastar esto con los comentarios de tu muro en Facebook y me doy cuenta que ¡lo has conseguido! Les has picado pero bien. Ambos dicen que no creen nada pero ahí están, sugiriendo mordazas y robos a tu novia. ¿Aún sigues encerrado en el salón mientras ella aporrea la puerta?
R.: No tendría la menor oportunidad si ella decidiera echar la puerta abajo.
Parece que David sigue el juego de Salem de guardarse para sí las respuestas que no quiere contestar…
P.: Sólo espero que mientras peleas contra los elementos a los que te has unido (en mi humilde opinión creo que de forma desmedida…), estés teniendo tiempo de crear una nueva novela, relato o una serie de poemas. ¿Qué nos tienes preparado?
R.: A primeros de marzo sale a la calle mi nueva novela, Punto de fisión, con la que gané el premio Logroño de novela.
P: Y ya que hablamos de esta inminente “puesta en escena”, ¿qué nos puedes contar respecto a Punto de Fisión?
R.: Es una novela muy arriesgada, muy divertida, muy caótica, con una estructura muy compleja pero que yo quería que resultase absorbente y muy fácil de leer. Son cuatro historias que al final se enlazan en una sola historia: la de un niño superviviente de Chernobyl utilizado por la mafia ucraniana; la de un editor hipocondríaco que sufre un gatillazo y empieza a ir cuesta abajo; la de un pobre hombre que sobrevive al impacto de un rayo y descubre que el rayo le ha inyectado el veneno de la literatura; y la de un policía que tiene que investigar las andanzas de un disparatado grupo de terroristas chulapos (el PICHY, Partido Independentista Chulapo ¿Y?) empeñado en volar monumentos “extranjeros” como la Cibeles y Neptuno. Es una novela llena de duplicaciones, de máscaras, de tatuajes y de naufragios.
P.: Entonces, toda esa energía que transmites al leerte en el blog de Hotel Kafka donde impartes cursos, el muro intranquilo de tu Facebook y, ahora, el meneo que le das a la tecla mientras haces visionados exprés de una serie y lees, ¿tiene que ver con que hayas encontrado tu punto de fisión?
R.: Mi punto de fisión es mi novia, Beatriz, a quien está dedicada la novela. Hasta que la encontré yo era como un trozo de uranio en espera de su central nuclear para funcionar debidamente en lugar de desparramar energía en tontas explosiones.
P.: Me empieza a mirar de una manera… No reconozco el modo en que lo hace pero no me gusta ni un pelo. Uy… Ahora habla raro… David, ¿en serio sabes hablar armenio o es otra de tus tretas para salir de las situaciones difíciles que te plantea Ghost Trick y realmente lo que haces es algo parecido a “Jurar en arameo”-cosa que todos sabemos hacer-?
R.: No, eso es una broma de Carlos. Todo lo que sé de armenio es que los mafiosos de allá tienen la costumbre de cortar los pies a sus víctimas. Lo aprendí en un capítulo de The Shield, serie instructiva, como ves.
P.: Yo sigo dándole vueltas a lo del “Punto de fisión”. Tengo entendido que, si la energía es controlada cuando el núcleo se ha dividido, es liberada lentamente y produce… ¡Ostras, produce energía eléctrica!!! David… Júrame que no tienes la Nintendo conectada a tu Punto de Fisión. (No, no pongáis esa carita de “mi no entender” porque este tipo ha conseguido que la consola haga tostadas, así que tampoco sería tan raro).
R.: ¿Te refieres a mi libro o a mi chica? Ella se ha enganchado a la consola con el Brain Training y a veces me lo quita para quitarse unos años de encima. En cuanto a la novela, guarda su propia energía.
P.: Como me ha pasado con Fernando y más tarde con Carlos, me doy cuenta que sobro por los gestos, pero no me puedo ir de aquí sin preguntarle a David si realmente consiguió terminar el juego -tal y como publicó en Facebook hace unos días- o es otro farol. ¿Qué me dices, David?
R.: Mmmmm, no quiero asustar más a Vanessa y a Carlos pero lo cierto es que hace días que he terminado el juego. Una vez que empiezo algo soy muy cabezón: o lo termino o lo arrojo por la ventana. Después de varias sobredosis de café y de volver a repetir pantalla tras pantalla, he logrado destripar el misterio y voy a dar sólo una pista: tiene resonancias de un famoso relato de Poe. Lo de la tostadora es un truco para que no arrojen la toalla. Guárdame el secreto para mantener un poco la tensión.
¡Al final, me enganchan a mí!
P.: ¿Nos confesarías el nivel real en el que te encuentras? –Personal, no en el juego-.
R.: Personalmente me encuentro a punto de entrar en la mitad de la cuarentena, in mezzo del camin di nostra vita, a punto de cambiar de pantalla. Me he desmelenado del todo con mi último libro y la verdad, nunca me he encontrado mejor.
Un señor detrás de la cámara hace un gesto con el pulgar hacia arriba mientras recorre su cuello. ¿Va por mí? Por si acaso, me retiro. Agito de nuevo… ¡no me he traído las alas! Veo un mando a distancia en una de las sillas. Cruzo los dedos para que el movimiento que tengo pensado hacer funcione a este lado de la pantalla. Lo cojo y aprieto OFF.
¡Funciona! Ya no veo a David al otro lado.