El guerrero elfo. Crónicas de Dracontrand
El guerrero elfo. Crónicas de Dracontrand de F. P. Pérez de la Parte. Barcelona, Editorial Montena , 2010. 288 pp., 14.95 €. De 9 a 14 años. Premio Jaén de Narrativa Juvenil 2010.
Por Miguel Luis Sancho.
Con la novela El guerrero elfo/ Crónicas de Dracontrand, el joven escritor sevillano F.P. Pérez de la Parte ha obtenido de forma meritoria el XXVI premio Jaén de narrativa juvenil, patrocinado por CajaGranada y editado por Montena. Se trata de un libro de género fantástico, al más puro estilo “tolkiano”, que gustará sin duda a los lectores más jóvenes ávidos de aventuras, elfos y guerreros.
En la novela se narra la historia de Èlan, un elfo atípico y distinto, descendiente de la dinastía de los Xunaaii, que sueña con atravesar los lindes del Bosque. Su padre, embajador de los elfos para el GUM (Gobierno Unificado Multirracial), tiene la esperanza de que el chico siga su carrera y se convierta en un importante diplomático de Dracontrand, que contribuya a mantener las buenas relaciones entre elfos, humanos, gnomos, halfling y enanos. Sin embargo, al poco de nacer, un adivino le vaticina que su futuro irá en otra dirección… Una doble vía que le conducirá a la oscuridad de los infiernos, pero también a la luz de la victoria; un camino que le convertirá en un fiero guerrero, pero también en defensor de la paz.
Siendo todavía un niño, su padre apunta a Èlan en un concurso de tiro con arco y, antes de la gran final, es secuestrado. Este suceso es el inicio de una larga odisea, que conducirá al héroe a enfrentarse con su propio destino. En él tendrá que aprender a luchar y sobrevivir con los elfos oscuros, conocerá a la misteriosa Tosebi, será adoptado por una familia de humanos, entablará amistad con magos y sacerdotes, se enfrentará a peligrosas bestias, y, como predijo la profecía, se convertirá finalmente en un valeroso guerrero. Será Garth, el guerrero elfo.
En el libro son evidentes las influencias de los grandes maestros de la literatura fantástica, de la que el autor se siente heredero y continuador. A lo largo de la novela podemos encontrar abundantes motivos típicos de este género como son los secuestros nocturnos, los hechizos de magos, las metamorfosis sorprendentes, los avatares, los combates con criaturas mitológicas, los amuletos mágicos, las pruebas físicas y de inteligencia, las profecías y vaticinios, los sueños premonitorios, la presencia de elfos, de enanos y de otras criaturas fantásticas…Sin embargo, el autor no se limita a imitar los modelos consagrados, sino que aporta algunas novedades al género. Por ejemplo, una interesante innovación es la doble naturaleza de los elfos, en especial la lucha interna del protagonista entre el Yo/Bosque (símbolo de lo eterno y espiritual) y el Yo/ animal (símbolo de lo temporal y de las pasiones). De hecho, el asunto del doble es recurrente a lo largo de la novela: el protagonista posee dos nombres, el libro se divide en dos partes con los mismos capítulos, el héroe debe subir hasta lo más alto de los picos gemelos…
Tras la lectura de la novela, se descubre un trabajo muy cuidado, con múltiples revisiones y retoques por parte del autor, que han dado mayor trasfondo a las tramas y a los personajes. Algunas escenas están muy conseguidas, como el concurso de tiro con arco o la lucha final con la bestia que puede cambiar el mundo, aunque el desarrollo de otros sucesos es más rápido y desigual. Asimismo, el autor hace gala de un estilo elegante, funcional y práctico, subordinado en todo momento a la aventura que quiere contar.
Las últimas páginas del libro nos dejan un final emocionante y, a la vez, abierto. No se trata de una novela inacabada, como quizás otros opinen, sino de la primera entrega de una historia mucha más larga y emocionante. Tras acabar el epílogo, el lector se quedará con ganas de más.
En definitiva, una historia de aventuras, ajustada a las reglas del género fantástico, que todos hemos deseado alguna vez que nos contasen.