“Se sentarán y escucharán mi charla de maricones”: Joe Orton

Por Marianna Salvioli.

Foto: Joe Orton

Es fácil abusar de Joe Orton (1933-1967) dada su dramaturgia y su biografía “escandalosa”. La edición de estos Diarios (Cabaret Voltaire), sin embargo, no supone ahondar en el morbo sino descubrir sus pasiones, opiniones y preocupaciones, ninguna de las cuales revela alguna profundidad existencial. Orton es en sus Diarios (que no en su intimidad) un cronista sencillamente descarado, provocador y divertido, genial a veces, prepotente en otras ocasiones y, en definitiva, muy orgulloso de sí siempre.

La primera parte (diciembre 1966-mayo 1967) reseña varios hechos y conversaciones hilarantes, muchos de los cuales revelan su inspiración para crear personajes y diálogos. El 21 de diciembre, por ejemplo, una amiga le repite la conversación sostenida entre dos mujeres en el autobús: una dice que últimamente se ve mucho azul, la otra le replica que también mucho verde y la primera mujer responde: “Y hay muchísimo rojo, ¿no te has fijado?”.

Si bien siente fascinación por este tipo de episodios absurdos e irreverentes, abiertamente descalifica a autores clásicos como Swift y Woolf. No declara su poética personal, pero con frecuencia se alaba a sí mismo. Casi todos los días comenta algo sobre sus reconocimientos y el funcionamiento en taquilla de sus obras, sobre todo Loot, de la que Paul McCartney (durante una infructífera cena de negocios) le comentó que era la única obra de la cual no había sentido deseos de marcharse: “Lo único que he sacado yo del teatro es dolor de culo”.

Entre la narración de su nuevo bigote, sus descalificaciones sobre la cultura de los estadounidenses, sus ridiculizaciones de la clase media, las continuas orgías que mantenía y la consumición frecuente de hachís, se van incluyendo las discusiones tensas e inútiles que sostiene con su “pareja”, Kenneth Halliwell: “En determinado momento Kenneth me dijo: ‘Sabes que estoy tomando esas pastillas. Son sedantes. Me calman. Y no haces más que provocarme para anular su efecto, ¿verdad?’”

Muchos conocidos, según se revela en el Prólogo y la Introducción (flojos ambos, en mi opinión), no entendían por qué estos dos hombres se empeñaban en vivir juntos. Para muchos, Orton se aprovechaba de la frustración de Halliwell para inventar sus historias sobre las desavenencias entre las parejas y la hipocresía social. Mientras tanto, Halliwell iba perdiendo la cordura hasta el punto de matar al exitoso dramaturgo el 9 de agosto de 1967, a martillazos, para luego suicidarse finalmente. Como posible explicación a este hecho dejó escrito: “Todo se aclarará si leen su diario (…) Sobre todo la última parte”.

Qué se revela en esta última parte no debería ser el foco de interés pues, siendo un diario, la escritura de Orton no pretende construir un clímax ni llegar a un punto decisivo (de hecho, la segunda parte es bastante repetitiva). La lectura de este título debería estar enfocada en conocer aún más la personalidad de un hombre que vivió cómo quiso, que se burló sin vergüenza de la sociedad y que escribió para reírse del mundo. Orton no era nada comedido y nos invita a leer como gritando: “Se sentarán y escucharán mi charla de maricones (…)”

Nota: Stephen Frears dirigió en 1987 la película Ábrete de orejas (Prick Up Your Ears) basada en los Diarios.

Entrevista Joe Orton 1967:

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=rWmVsEEHIPc&feature=player_embedded[/youtube]

One thought on ““Se sentarán y escucharán mi charla de maricones”: Joe Orton

  • el 6 enero, 2011 a las 7:28 am
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    Los comentarios y precisiones del artículo me parecen muy bien logrados y dan suficiente información, solo la suficiente, para mover mi interés hacia el escritor Joe Orton y su obra. Quisiera saber si sus Diarios están publicados en castellano y donde puedo acudir. Aprecio que la redactora del artículo haya aclarado que no es un texto estudiadamente creado para el público, sino el reflejo del simple acontecer cotidiano, aunque no común, de ese hombre. Para mí eso lo hace más interesante.

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