A Serbian film
Por Alejandro Contreras.
Enferma, perturbadora, sangrienta, transgresora, salvaje, retorcida, fascinante, deshumanizada… con esos adjetivos se está definiendo A Serbian Film (2010), la película cuya proyección fue suspendida por orden judicial en la XXI Semana del Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián por un presunto delito contra la libertad sexual. Las asociaciones de defensa del menor ponen el grito en el cielo por incluir escenas de pederastia, incesto y de violación a menores (incluido un bebe), mientras aquellos que no pudieron verla en San Sebastián acordaron con la organización premiarla con un galardón “por convertirse sin ser proyectada en símbolo de la libertad de expresión”.
Si bien es cierto que la película se ha estrenado sin problemas en multitud de festivales de medio mundo, también es cierto que lo que ha ocurrido en San Sebastián no ha sido la primera vez en el recorrido de esta película. Los organizadores del FrightFest 2010 de Londres decidieron eliminarla a última hora del programa al no poder conseguir el permiso de exhibición, ya que se había detectado 49 cortes de la película que tendrían que ser eliminados para conseguir dicho permiso. A esto hay que sumarle que la película sufrió diferentes intervenciones policiales durante su rodaje en Alemania para comprobar que no se cometían delitos durante su filmación. Con todo este revuelo, se está consiguiendo mucha publicidad gratuita para la cinta y además despertar aún más expectación si cabe.
La película nos traslada a la república Serbia actual, donde las cosas están tan difíciles o más que en el resto del planeta. Allí nos encontramos a Miloš (Srdjan Todorovic), un ex actor porno, que hoy en día se ha convertido en un feliz padre de familia. Una antigua compañera de trabajo le habla de un proyecto donde están interesados en él y por la que podría recibir una importante suma de dinero. Así es como Milos conoce a Vlumir (Sergej Trifunovic), un nuevo director de cine que le necesita para protagonizar una cinta innovadora para sus exclusivos y adinerados clientes. Aunque le escama y no entiende bien porqué Vlumir no quiere que conozca el guión de antemano, decide aceptarlo para así asegurar el futuro de su familia.
Así comienza la pesadilla a la que tendrá que enfrentarse no sólo Milos, el protagonista, sino todo el que se atreva a ver esta película. A pesar de su alto contenido sexual, A Serbian Film (2010) es sin lugar a dudas una película de terror como pocas. Por culpa de esta película, hay imágenes que creo que difícilmente podré olvidar, y hubiera preferido no haberlas visto jamás.
Según sus guionistas, Srdan Spasojevic y Aleksandar Radivojevic, su intención es trasladarnos al horror que sienten las víctimas, y más concretamente aquellas que son utilizadas por gobiernos como el serbio para que tengan que hacer monstruosidades en contra de su voluntad. En ningún momento se tiene la sensación de lo que se nos muestra es real, ni que hay apología a ninguna de las atrocidades o que durante el rodaje se vulnerara a ningún menor. Faltaría más. Pero creo que se puede contar lo mismo con más gusto e incluso de manera más efectiva. Y como muestra de ello, la estupenda película alemana La Vida de los Otros (2006).
No es la primera vez que se trata en el cine el tema de las “snuff movies”, pero si con distinto enfoque. Joel Schumacher y Alejandro Amenábar insinuaban más que mostraban, y en esta película es justo al contrario. Está más cercana a la crudeza de las últimas entregas de Saw o de Hostel (2005), y a la violencia sexual tan desagradable de la escena de la violación de Irreversible (2002). No sería justo obviar que la factura de la película es bastante buena, con un guión inteligente, una dirección muy bien ejecutada y unos actores que engrandecen la película, con registros realmente arriesgados.
A Serbian Film (2010) hubiera sido una gran película si hubieran tenido el buen gusto de insinuar más que mostrar las barbaridades que presenta. Lo más triste es que sin ellas jamás hubieran tenido la atención mediática y la curiosidad de tantos cinéfilos sobre esta cinta.
No he tenido ocasión de verla, aún. Pero me resulta curioso que, además de los adjetivos con los que normalmente se refieren a ella, pueda ser tan contradictoria como para destacar su factura, su inteligente guión, una dirección muy bien ejecutada y la gran interpretación de sus actores y, pese a ello, no ser una gran película.
Qué opinión merece que el fiscal haya admitido a trámite la denuncia contra el director del Festival de Cinema Fantàstic de Sitges por proyectar la película?
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