Ovejas esquiladas que tiemblan de frío, de Gsús Bonilla

Ovejas esquiladas que tiemblan de frío
Gsús Bonilla

Por Alberto García-Teresa.

Desde lo pequeño, desde lo sencillo, Gsús Bonilla expone un planteamiento vital y estético que busca resaltar la vitalidad que aún permanece entre los restos calcinados de la sociedad. Así, con Ovejas esquiladas que tiemblan de frío, Bonilla apela a una vida sencilla, honesta, entregada a la sinceridad a pesar de la hostilidad del entorno («hoy / que nos escupen demasiado»), así como también apelan a esos mismos parámetros sus versos.

El título del poemario y de cada una de las seis secciones del volumen (compuestas por otras seis piezas cada una) corresponde a un pasaje extraordinariamente lúcido de La aventura de Pinocho, de Carlo Colloid, que apunta una dura alegoría de nuestra sociedad a través de animales.

Uno de los mayores aciertos de Gsús Bonilla son los giros y vueltas de tuerca en sus poemas, que retuercen la expectativa del lector. Con ello construye cierres muy brillantes, de gran contundencia.

El poeta despliega una mirada crítica sobre la realidad, que denuncia la desigualdad en un sentido amplio y también la evasión cómplice que trata de no hacer frente a esa problemática. Emplea entonces la alegría como motor de su análisis, como utopía a la cual aspira y con la que aborda las situaciones más insostenibles. También utiliza habitualmente símbolos con elementos sencillos, fiel a es ese espíritu ya mencionado. El autor suele utilizar versos muy breves, casi reducidos a sintagmas. Los poemas, además, suelen centrarse en un cuadro, en un episodio, en un momento o sensación concreto, normalmente cotidiano, a través de pequeños elementos, con lo que se crea un entorno de intimidad y de precisión notorio. Además, algunos de ellos suelen ofrecer desarrollos narrativos.

De este modo, se trata de una poesía que aborda el conflicto social centrándose en lo pequeño, pero enfocado desde dentro, que posibilitan esa cercanía y evitan una postura paternalista. Incluso cuando plasma, como en varios casos, la pobreza en el Tercer Mundo o sobre Palestina. Él traza la conexión entre todos los hechos (critica, es más, a quienes pretenden crear la sensación de lejanía) para poner de manifiesto la implicación de nuestra sociedad en el estado de las otras («en este plato / la necesidad de unos / alimenta / la codicia de otros»).

En ese sentido, Bonilla realiza un hábil juego con las formas personales de los verbos. Encara, entonces, la cotidianeidad de la represión, y muestra cómo prosigue la vida a pesar de ella, sin heroísmos ni aspavientos, eliminado toda la retórica romántica de la resistencia, sino sólo manifestado el ímpetu vitalista de quienes aspiran a sobrevivir con coherencia.

Por otro lado, plasma una reivindicación de la memoria de los excluidos y de las víctimas de la opresión o de la violencia del sistema. Así mismo inserta una evocación de la infancia, donde, a través del contraste con la ternura, la injusticia cobra mayor dramatismo.

El punto de unión de ambas líneas es la figura de los ancianos, en calidad de abuelos, que aparecen en numerosos textos. Se presta bastante atención al ámbito de la transmisión oral con ellos de historias, Historia y conocimientos. Igualmente, aparecen para resaltar el contraste palpable entre el pasado y un futuro que no se llega a diferenciar en esencia de aquel en lo fundamental; la falta de dignidad humana: «y todo, todito todo, más de un siglo después, / sigue igual».

También se incluye una sección autobiográfica, en la cual enlaza la historia personal con una situación social de un colectivo (pues se inserta una mirada global) que sobrevive frente a los problemas económicos y el riesgo de exclusión. Así traza un retrato de época, que logra que no consista en una lectura centrada en el «yo», sino en la observación del «yo» desde el «nosotros».

En cualquier caso, es llamativo cómo el conflicto lo lleva en la memoria, en el recuerdo (sólo los seis poemas de la primera sección del libro aluden al presente).

De esta manera, frente a esa urbe en la que somos «ciudadanos de un purgatorio / donde se premia la frialdad» el poeta ofrece autenticidad en el calor de sus relaciones, verdadera comunicación con su alrededor. Así, Gsús Bonilla presenta un posicionamiento ético basado en la fraternidad, en el humanismo y la ternura, coherente ideológica y estéticamente, en este volumen, que ofrece interesantes poemas sobre todo por esa doble construcción y por la estructura de los textos que busca el desconcierto.

Ovejas esquiladas que tiemblan de frío
Gsús Bonilla
102 páginas
Bartleby, 2010
ISBN: 978-8492799-29-9

http://bartlebyeditores.blogspot.com/
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http://gsusbonilla.blogspot.com/
www.albertogarciateresa.com

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