A la sombra de los anacardos

A la sombra de los anacardos de Antón Fortes. Ilustraciones de Simona Mulazzani. Pontevedra, OQO Editora, 2010.  Cartoné, 24×30 cm., 40 pp., 20€.

Por José R. Cortés Criado.

 

A la sombra de los anacardos nos muestra una cruda realidad, el problema del sida en Guinea Bissau, donde un gran porcentaje de niños está afectado por el virus VHS.

En esta ocasión la editorial OQO contó con la colaboración de la Asamblea de Cooperación por la Paz, que trabaja en ese país en colaboración con el Ministerio de Sanidad y las comunidades locales que desean construir infraestructuras sanitarias y dotarlas de material y personal formado para combatir dicha enfermedad. El autor cedió sus derechos a esta ONG. Guinea Bissau es uno de los países africanos con mayor subdesarrollo del mundo, donde las enfermedades infecciosas quedan sin tratar, provocando un problema sanitario de primer orden.

A la sombra de los anacardos es la historia de una niña que desea ser feliz a pesar de todo, que teme a la muerte y tiene las esperanzas puestas en el doctor que la trata de su enfermedad.

La jovencita desea participar en la fiesta de carnaval y busca trapos para disfrazarse, pero la careta es fea, representa la muerte, por eso le da miedo, al igual que le daba antes el hospital, ahora no, ya no llora como antes porque sus lágrimas inundarían los manglares y menos en carnaval.

Al día siguiente acude a la escuela, allí aprende cosas importantes. Los lectores podrán conocer el significado de palabras como epidemia, plaga de langostas, cooperación o marimba, así se mezclan las palabras con connotaciones positivas y negativas.

Además hace acto de presencia el anacardo, árbol cuyos frutos, de sabor agridulce, tienen propiedades medicinales, como elemento positivo, es su lugar de retiro donde se refugia para escapar de la realidad cotidiana bajo las flores verdes, amarrillas y las frutas rojas.

Las ilustraciones de Simona Mulazzani presentan una gama de colores acordes con el país africano, predominan los verdes, amarillos y rojos, colores optimistas para una niña que busca solución a su enfermedad.

Como se lee en el texto: “Quizás el próximo carnaval, la máscara será roja y tendrá forma de corazón, como un anacardo, porque la solidaridad hace desaparecer el dolor, la miseria y la muerte, y enciende una vela de esperanza en África”.

One thought on “A la sombra de los anacardos

  • el 1 diciembre, 2010 a las 1:12 pm
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    Qué bonito cuento y qué tema más importante para tratar!

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