Por Regino Ruiz.
El hip hop español ha tenido sus subidas y sus bajadas. Que ahora se escuche más no quiere decir que lo que se haga sea mejor, de hecho, en mi opinión, tampoco es que haya discos de este género en lengua castellana como para usar los dedos de las dos manos. El problema está en la falta de riesgo, unos se copian a otros y en lugar de aportar cosas nuevas, repiten lo hecho anteriormente. También está el caso de los hiphoperos que únicamente saben hablar de lo bien que viven y lo buenos que son, sin tener en cuenta el cuidado de la música o que las letras tengan un mensaje más allá de dar razones de lo bueno que es fumar marijuana.
En resumen, lo que me da rabia es que por culpa de unos, el hip hop en español parece no tener cimas. Sin embargo, sí que tiene y son tremendas ¿y cuáles son? Pues estas: Madrid Zona Bruta de El Club de los Poetas Violentos. Hecho es Simple de 7 Notas 7 Colores. Retorno al Principio de Sólo los Solo. Lujo Ibérico de Mala Rodriguez. R de Rumba de R de Rumba. Chulería de Muchomuchacho. Residente o Visitante de Calle 13.
Estas son las que veo como cimas absolutas, mejor dicho, estos artistas, porque el resto de sus discos son también increíbles. Por supuesto hay más; es difícil ignorar discos como Vidalogía de Tremendo, Malo Hasta el Hueso de El Hermano L o la gran mayoría de las producciones de Jotamayúscula. No está mal, pero en relación con la cantidad de discos que publican, son pocos los que asoman la cabeza. Cuando me pregunto por qué son estos los discos de hip hop en español que más me gustan tengo clara la respuesta: En todos ellos hay un enfrentamiento al propio género. Y es aquí donde entra el nuevo disco de Toteking, donde ¡al fin! alguien se atreve a cuidar las letras, de darles una calidad inigualable, sin miedo a decir lo que se piensa, aún sabiendo que miles de “raperetis” le tacharán de su lista.
Hay que tenerlos bien puestos para hacer una canción como “La Parte Más Fea de Mi Curro” y cantar sin complejos cosas como: “no me gusta lo que escribes tú, no me gusta tu pose ni tu actitud, estoy en el hip hop por las rimas y los ritmos, todo lo demás me da lo mismo”.
También en el disco hay valentía, así sin ningún tipo de complejos coje el tema de Crash Test Dummies llamado “MmmMmmMmm” y lo utiliza como base para hacer una auténtica canción de amor llamada “Ya lo Creo”; o hace una canción hiphopera con sonido de rock de los setenta como ocurre en la espectacular “Nos Gusta Beber”. Pero aquí no acaba la cosa, en “La Crisis” se ríe de la situación actual; en “Otro Impostor Opositando” advierte de los niños de papá disfrazados de rebeldes que pululan por todos lados; en “El Paseo” hace alarde de lo mucho que le gusta vivir solo y a su manera, en “Redes Sociales” anima a utilizar Internet con cabeza; en “Ese No Soy Yo” reivindica el derecho a ser como le plazca, rompiendo los estereotipos clásicos del hip hop; en “Dos Españolazos Horteras en el Caribe” se burla del turismo, el de pulserita y el aventurero; en “NBA” habla de lo bueno que fue el basket de los ochenta; en “Doble Moral” habla de que todos somos contradictorios… y así hasta dieciocho temas, más uno extra. Un disco con más de una hora de duración que no baja el nivel en ningún momento. Es muy difícil de ver, se da muy pocas veces, “El Lado Oscuro de Gandhi” lo ha conseguido. Sí, esto es una obra maestra, a la quinta ha sido la vencida Tote.

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