Gru, mi villano favorito
Por Fernando Marañón.
Universal se apunta al 3d animado con una historia que no pretende la acidez a toda costa de los títulos Dreamworks ni la perfección narrativa y emocional de Pixar. Ahí radica su fortaleza, porque Gru es otra cosa.
A partir de un diseño de personajes, escenarios y situaciones sobradamente rico y alocado, la película recicla algunas de las mejores ideas de sus competidores (desmitificación de estereotipos, revisión retro de los supervillanos y sus supervillanías, encanto valeroso de los personajes infantiles), y las cose sobre un nuevo traje pespunteado de clones amarillos que permiten resolver cualquier problema de ritmo o truco flojo de guión. Y que hacen reír tanto o más que los personajes centrales.
Rascando bajo la superficie colorista y refrescante tampoco hay mucha historia ni gran novedad: Un malvado dispuesto a ablandarse, unas huerfanitas en escalafón, una hijadeputa llevando el hospicio, la misión del “héroe” incompatible con su recién adquirida paternidad, el ayudante celoso, un malandrín hijo de las redes sociales y un final feliz inevitable y dulzote.
Pero todo está contado con mucha gracia, virtuosismo gráfico, chistes visualmente eficaces y concesiones inteligentes a la imaginación infantil y su impenetrable lógica de juego.
Así que aprovechémoslo, que en cuanto se aproximen las navidades nos caerá encima una catarata de chorradas familiares donde el 99% será oportunismo estacional del peor.
¡Ay, quién fuera villano…!
¡Me encantó esta película! Aunque el diseño del personaje de la niña más pequeña recuerda sospechosamente a aquella otra niña de Monstruos S.A. Pero aún así, fantástica!
todas las niñas pequeñas de cine en 3d recuerdan un poco a «Bu»