Diez años de cuentos y cuentistas

Por Carmen Fernández Etreros (texto)/ Pablo Álvarez (fotografías).

Veinte escritores bajan por la escalera hacia el salón Borges de la Casa de América de Madrid donde se presenta Pequeñas Resistencias 5, Antología del nuevo cuento español. Veinte escritores, muestra de los cuarenta nacidos después de 1960 que participan en esta nueva entrega con la que además se conmemoran los diez años de existencia de Páginas de Espuma, la editorial que ha logrado junto con otras como Menoscuarto o Salto de Página cambiar el rumbo del cuento español y que se olvide esa frase mítica “el cuento no se vende”. También para celebrar esos diez años se ha editado el libro Calidoscopio con retratos del argentino Daniel Mordzinski, un «provocador» como lo definió el escritor Andrés Neuman.

Un libro, Pequeñas resistencias 5, que ofrece  una «cartografía» del cuento, como se señala numerosas ocasiones en la presentación, y en el que han participado escritores como Hipólito G. Navarro, Óscar Esquivias, Mercedes Cebrián, Elvira Navarro, Espido Freire, Berta Marsé o Ricardo Menéndez Salmón. Autores de diferentes épocas, corrientes estéticas, edades, tradicionales, innovadores…

El acto comenzó con la presentación de Juan Casamayor, director de la editorial que repasó los comienzos del proyecto editorial en febrero de 2000, cuando apareció en las librerías el primer título, Escritos de Buñuel. También explicó la trayectoria de Pequeñas resistencias cuyo primer tomo salió en 2002, dedicado al nuevo cuento español, el segundo reunió textos de autores centroamericanos, el tercero se dedicó a la nueva literatura suramericana, y el cuarto recopiló textos de Norteamérica, México y el Caribe.  “Hay un célebre frase que se suele decir que es que Páginas de Espuma vive del cuento pero también de sueños, viajes, amigos… y estos diez años no hay mejor manera de verlos que en los libros que presentamos”.

El escritor Eloy Tizón, que ha visto crecer el proyecto editorial desde sus inicios y participa como  prologuista del libro señaló que se trata de una antología elegida con “cabeza y corazón” y  » una herramienta muy útil porque sirve para entender por qué caminos va el cuento en nuestro idioma y por dónde puede ir en el futuro y subrayar lo disfrutable y placentero. Como brújula funciona muy bien; es una antología que corrobora el buen momento que vive el cuento en español».

El motor de estas “pequeñas resistencias” el argentino Andrés Neuman comentó que la editorial “ha logrado cambiar la consideración hacia el cuento y confiemos en que cambie el respeto hacia el cuento breve. Ha logrado convertir la cara B en cara A”.  El escritor señaló que pretende «radiografiar la diversidad»  sin atender a edades ni generaciones: «Aquí no se refleja una generación. Entre el autor más joven y el más viejo hay 25 años de diferencia. La idea es registrar a un grupo de escritores que comenzaron a publicar sus libros en un década. Aquí hay retratos clásicos de gente muy joven y viceversa». «Vivimos en una sociedad de hiperabundancia  en la que un libro de estas características sirve para ofrecer una síntesis al lector», añadió Andrés Neuman.

Sobre la vitalidad del cuento que demuestran estas “pequeñas resistencias” Andrés Neuman insistió en que existe una generación de escritores de cuentos muy competente y un puñado de editoriales que se dedican exclusiva o preferentemente a él.  Entre ellos se encuentran los escritores  que han participado en esta edición, como Mercedes Cebrián, Elvira Navarro, Óscar Esquivias, Espido Freire, Berta Marsé, Ricardo Menéndez Salmón, Pilar Adón, Juan Jacinto Muñoz Rengel, Pablo Andrés Escapa, Cristina Grande, Miguel Ángel Muñoz, Nuria Lavari, Patricia Esteban Erles, Juan Carlos Márquez, Ernesto Pérez-Zúñiga,Eloy M. Cebrían,  Antonio Pomet, Cristina Cerrada, Sara Mesa, Víctor García Antón, Paul Viejo, Germán Sierra o Javier Moreno no pertenecen a una misma generación ni tampoco pueden ser encasillados dentro de una corriente estética. También nuevas voces como Matías Candeira y Cristina García Morales. Se trata, simplemente, de autores de distintas edades que han publicado al menos un libro de cuentos desde 2001.

Para finalizar se estableció un debate interesante y movido entre los periodistas y los escritores sobre el panorama del cuento español en el que se habló de lecturas y autores que han influido a esta generación de cuentistas y del nuevo horizontes que ha surgido en estos diez años del cuento español para los lectores, los escritores y las  editoriales. Cristina Cerrada señaló que “el cuento  goza de una salud extraordinaria, no está sujeto a la servidumbre del mercado y la renovación actual de la literatura viene del cuento”. «Todos los que están aquí son cuentistas. No se trata de oponer la novela al cuento, sino de aceptar que el cuento es una realidad literaria que no necesita comparación. Aquí sólo cabe gente que tiene libros de cuentos interesantes…», concluyó Andrés Neuman.