Los ‘pros’ de conocernos mejor
Por Silvia Campillo
El cerebro no es más que un órgano. De hecho, si un día no hubiese desarrollado la capacidad de germinar algunos rasgos característicos del Ser Humano, nadie le habría dado tanto protagonismo. Pero resulta que es en esta parte viscosa de nuestro cuerpo la que crea la razón de vida del hombre; es decir, la consciencia.
Antonio Damasio, profesor en la Universidad del Sur de California y Premio Príncipe de Asturias de Ciencias en 2005 acaba de publicar Y el cerebro creó al hombre (Planeta), un ensayo sobre neurociencia. Con un lenguaje sencillo, asequible y emotivo, Damasio aborda una cuestión compleja: ¿cuál fue el instante en el que el cerebro cobró consciencia de sí mismo y surgió todo lo bueno y lo malo de la condición humana?
La consciencia puede describirse como la “aptitud que consiste en tener una mente provista de un propietario”, afirma el profesor en su estudio. Sin embargo, Damasio admite que dar una fecha exacta en la que el cerebro empezó a desarrollarse hasta crear la mente es algo complicado, ya que más bien este desarrollo corresponde con un proceso de evolución que aún hoy no ha finalizado. Además, es subjetivo de muchos aspectos extrabiológicos como, pueden ser, los cambios socioculturales que rodean al individuo.
El científico confirma que existen dos conexiones neuronales fundamentales para la creación de la mente: el concepto del “sí mismo como objeto” y el de “mí mismo como objeto que conoce”; es decir: que el hombre sea capaz de identificarse a la vez que sabe que es capaz de identificar a los demás. Esto se lleva a cabo mediante un ejercicio de una identificación de las imágenes, ya que entre el “«sí mismo como objeto» y el «sí mismo como sujeto que conoce» no hay dicotomía, sino continuidad y progresión”.
Antonio Damasio pretende ampliar su target de lectores, indicando que ayudar a comprender la evolución de la mente ayuda a comprender las sociedades: “Mientras los seres humanos debaten acerca de los beneficios o los peligros de las tendencias culturales, y de ciertos avances como la revolución digital, puede sernos de ayuda estar informados acerca de cómo nuestros flexibles cerebros crean la conciencia”. Para Damasio, la conciencia crea el quid de la existencia humana: el valor biológico. La sociología, la antropología, la política…, de lo que se han ocupado ha sido de cómo gestionar este valor biológico. “Si se conoce cómo funciona la consciencia y, por tanto, la subjetividad humana”, continúa Damasio, “podrán desarrollarse nuevas maneras y medios de gestión”.
Más información:
Antonio Damasio, Y el cerebro creó al hombre
544 páginas
ISBN: 978-84-233-4305-8
Formato: 14,5 x 22,7 cm.
Encuadernación: Rústica con solapas
Colección: Imago Mundi