Del compromiso teatral
Por Nicolás Correa.
Cuando pensé en escribir este humilde artículo sobre la pieza teatral `La persuasión´, de Erika Halvorsen, pensé en escribir como el resto de los críticos teatrales que escriben para los grandes imperios (que monopolizan la información e intentan inducir al receptor a determinados pensamientos en el proceso de la comunicación). Decir más o menos la percepción que había tenido de la pieza, sin embarrarme demasiado con la ideología, destacar las excelentes actuaciones de Susana Cart, Cristina Fridman e Ignacio Rodriguez de Anca, y tal vez, hablar de la teoría de la persuasión, que es uno de los fuertes pilares de la obra.
Pero no alcanza.
Sí, a veces no alcanza con eso. A veces hay que ser de análisis grave y profundo, como la empresa misma de la escritura lo exige, y dejar las tibiezas del monopolio. Por eso pienso que `La persuasión´ es una pieza teatral completa: exige al espectador a que entienda la forma en que la información es construida y la manera en que se construye el sentido, pero dije que con eso no alcanzaba y seré fiel a mi palabra. `La persuasión´ es una obra completa porque logra alcanzar un contenido ideológico claro y marcado. Desde una dramaturgia comprometida, como la lectura de su director, Luciano Cáceres, el sentido de la pieza es mostrar el artificio que se crea a la hora de comunicar y aunarse a una política de medios que intentan subvertir la dictadura de las empresas de comunicación.
Y debo decirlo, no puedo callarme. `La persuasión´ no es una obra de tibios. Es una obra que planta su bandera desde la reflexión del artista sobre su tiempo, desde la idea de que el artista debe intervenir en la política y en la sociedad con texto y cuerpo, con fuertes convicciones de romper el hielo que nos tienden las empresas multinacionales y sus intereses: quieren que seamos zombies.
Este hecho teatral, social y político es total. `La persuasión´ entra en la línea del teatro comprometido, pensante y acorde con su tiempo, porque somos hombres de nuestro tiempo y nos debemos a él, y se aleja de la esfera de las tibias creaciones.
Para cerrar este humilde análisis, `La persuasión´ exige tanto al público como al artista tomar ese lugar activo en el hecho social para generar la propia independencia de la percepción y la construcción de sentido. Exige, en resumidas cuentas, un proceso de comunicación lo más honesto posible.
`La persuasión´. Teatro Nacional Cervantes, Libertad 815- Sala Luisa Vehil (Salón dorado) Viernes y sábados 19 hs. Domingos 18:30 hs.
Ficha técnica:
Clara: Susana Cart
Bety: Cristina Fridman
Relator: Ignacio Rodríguez de Anca
Producción TNC: Lucero Margulis/ Melina Ons
Fotografía: Gustavo Gorrini
Diseño Gráfico: Lucio Bazzalo
Asistencia de videos: Verónica Mc Loughlin
Asistencia de dirección: Marcelo Méndez
Música original: Gregorio Vatenberg
Diseño de vestuario: Sofía Di Nunzio
Diseño de iluminación y escenografía: Gonzalo Córdova
Dirección: Luciano Cáceres