Danzas y ritos latinoamericanos en el Día de Difuntos
Los suntuosos aposentos del Palacio de Linares son este fin de semana el escenario elegido para mostrar a los madrileños los ritos y tradiciones ancestrales con los que cada año los latinoamericanos recuerdan a sus muertos el Día de Difuntos. Una jornada muy diferente a la que se vive este Día de Difuntos en la tradición europea o en el conocido Halloween. Las estancias de la Casa de América se han engalanado con las calaveras, las fotos y las flores con las que mexicanos, guatemaltecos o peruanos rinden honores a sus muertos.
Un palacio el de Linares conocido por todos gracias a la misteriosa leyenda popular que se enconde entre sus paredes. Según la misma en su lecho de muerte el marqués confesó a su hijo que se había casado con su hermana, su hija ilegítima. Ambos obtuvieron una bula papal que imponía a los marqueses no tener contacto, por lo que la marquesa estaría obligada a vivir en la segunda planta, mientras que el marqués lo haría en la primera. Sin embargo según cuenta la leyenda tuvieron una hija Raimundita y el fantasma de la niña vaga entre las estancias del palacio.
Convertido desde hace años en la Casa de América, este Día de Difuntos un disfrazado marqués de Campoamor y los sirvientes de palacio recibirán a los visitantes en una atmósfera de terror y misterio. En estas estancias del Palacio de Linares, construido en el siglo XIX, los actores relatan a los visitantes la historia de amor trágica de los marqueses y les acompañan en un paseo por las estancias. Allí van enseñando las numerosas obras de arte que se pueden encontrar en las cuidadas estancias tales como maderas nobles, chimeneas, mosaicos, lámparas francesas o sedas chinas. Un palacio que cuenta también con la pintura mural de Manuel Domínguez, Francisco Padilla, Alejandro Ferrant y Casto Plasencia.
Para la ocasión en las estancias se han diseminado elementos que recuerdan las tradiciones latinoamericanas como una chimenea con flores y alimentos a la manera guatemalteca o un altar con calaveras, velas y adornos de colores en torno a una imagen de la Santísima Muerte, figura de culto mexicana, que recibe peticiones de amor, afectos, suerte, dinero y protección. Los visitantes serán invitados a lanzar al aire unas curiosas cometas, los “barriletes”, que representan a los espíritus de los muertos en Guatemala y que se queman después de volarlas o a bailar las danzas con las que los santeros dominicanos acompañan sus rituales.
Una tradición la del Día de Difuntos que los mexicanos por ejemplo viven con júbilo, alegría y música, de un modo radicalmente diferente a la tradición española para la que este día se vive como una jornada fría y dura.
Una curiosa experiencia que vivirán previo pago 600 visitantes este fin de semana a los que les aguardará un paseo misterioso por las estancias del palacio bajo la mirada constante de los fantasmas y las sombras. Un paseo misterioso con una sorpresa final. ¡Cuidado con los espejos!