Seminci se busca un año más
Por Ángel Domingo.
Cae la hoja, congelan los primeros fríos, la melancolía matiza la luz en retirada y, fiel a su cita, la Semana Internacional de Cine de Valladolid proyecta filmes diferentes a los que abundan en las salas. El otoño es más nostálgico en esta 55ª edición de Seminci, que recuerda, del 23 al 30 de octubre, a los desaparecidos Claude Chabrol y Miguel Delibes.
El sábado comienzan ocho intensas jornadas en las que los semanistas llegados de todos los rincones afilan las retinas para degustar una programación que siempre promete y que, con altibajos, normalmente depara alguna sorpresa más que agradable.
Un lifting en los emblemáticos labios que el pintor leonés Manuel Sierra inmortalizara en 1984 como logotipo de la Semana, rejuvenece la imagen de uno de los festivales más veteranos de nuestro país. Metáfora del esfuerzo del equipo dirigido por Javier Angulo en la consolidación (en continua búsqueda) de una personalidad que lo desmarque de la dura competencia de las propuestas de Sitges, Gijón, Málaga o Sevilla.
Abonada durante décadas al cine como búsqueda del ser humano y, por ende de sí misma, la Semana quiere reafirmarse en su voto de fidelidad al compromiso social, los filmes de autor, al descubrimiento de nuevos autores, con un exiguo presupuesto que palidece frente a las apabullantes inversiones de otras ciudades y un glamour más cercano a la también fría Sundance que a Cannes, tratando de deshacerse de la etiqueta de reducto de gafapastas aunque sin ceder a la mediocridad que impera en la cultura de masas actual.
Icíar Bollaín disfruta del arriesgado honor de abrir el festival, fuera de concurso, con También la lluvia, candidata española a los Oscar. Acudirá escoltada por los actores Luis Tosar y Karra Elejalde. La comitiva se enfrentará al veredicto de un público, el vallisoletano, tan agradecido con las exquisiteces como riguroso con los petardos. De aquí salen catapultados títulos condenados al ostracismo comercial al tiempo que apuestas de taquilla ven mermado su número de copias por una mala acogida a orillas del Pisuerga.
En la gala inaugural del Teatro Calderón los actores Imanol Arias y Juan Diego entregarán la Espiga de Honor a Antonio Banderas como reconocimiento a su trayectoria cinematográfica. El malagueño ya fue premiado como Mejor Actor, por La blanca paloma, en 1989. Pocos le ponían en el pellejo de El Zorro en aquellos días.
Cécile Maistre, hija del recientemente fallecido Claude Chabrol y colaboradora habitual en sus películas, recogerá de manos del cineasta Carlos Saura, el día 29, la otra Espiga de Honor que la Seminci concede al protagonista indiscutible con un ciclo monográfico en el que veremos La ceremonia, El ojo de Vichy, La mujer infiel, El carnicero… Ese mismo día, Carlos Heredero, director de Cahiers du cinéma en España, moderará una mesa redonda en torno a su herencia cinematográfica con la proyección de su último trabajo, inédito en España: Bellamy, protagonizado por Gérard Depardieu y Clovis Cornillac.
La Sección Oficial ofrece un cóctel que combina a veteranos como Abbas Kiarostami (Copie conforme), Bruce Beresford (Mao’s Last Dancer), Héctor Olivera (El mural), Pernille Fischer Christensen (En familie), Eran Riklis (The Human Resources Manager), Denis Villeneuve (Incendies) o Enrique Gabriel (Vidas pequeñas) con los sabores frescos de los debutantes alemanes Feo Aladag (Die Fremde) y Philip Koch (Picco) o el argentino Miguel Cohan (Sin retorno).
El indio Adoor Gopalakrishnan preside el jurado que se enfrenta a la complicada papeleta de decidir el palmarés de un exigente festival. Le acompañan la actriz María Botto, el realizador Jaime Rosales, la productora Mar Targarona y Miriam Allen, directora del Festival Film Fleadh, de Galway.
Secciones paralelas
Un clásico de referencia en las secciones paralelas es Punto de Encuentro, con una importante representación de primeras y segundas obras. Es el caso de las actrices Ariane Ascaride (Ceux qui aiment la France) y Pernilla August (Svinalängorna) junto a los últimos trabajos de jóvenes directores como Xavier Dolan, Denis Côté, Diane Bell, Luis Avilés y Chumilla Carbajosa.
La música y el medio ambiente vertebrarán Tiempo de Historia, que contará con 19 documentales en competición y el último trabajo de Charles Ferguson (Inside Job) fuera de concurso. Esta sección se completará además con diez documentales españoles en exhibición entre los que destacan Sigfrid Monleón y Carlos Álvarez (Ciudadano Negrín) y Manuel Gómez Pereira (Desconectados).
Las cortometrajes también tendrán su espacio en el certamen, no sólo en las secciones Oficial y Punto de Encuentro, sino en apartados específicos como La noche del corto español o Castilla y León en corto, que presentará trabajos realizados o producidos en la comunidad castellana y leonesa, y el dedicado a la ECAM (Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de Madrid).
Spanish Cinema, que repasa las películas españolas más destacadas del año, estrenará Bon appétit, de David Pinillos, y Planes para mañana, de Juana Macías.
Brasil. El cine del Siglo XXI articula un ciclo con 12 de los largometrajes más representativos de la última época del cine carioca. Este ciclo incluirá el estreno de Cuerpos celestes, último trabajo de Marcos Jorge, ganador de la Espiga de Oro con Estómago en la 53ª edición.
El festival no podía olvidar al escritor de la tierra por excelencia. Le rendirá un merecido homenaje con la mesa redonda El cine de la generación literaria de los 50 y Miguel Delibes, moderada por el escritor Gustavo Martín Garzo, en la que participarán José Luis Borau, Josefina Molina, Juan Diego, Mario Camus, Francisco Plaza y Ramón García. Le seguirá la proyección de Función de noche, dirigida por Josefina Molina y basada en Cinco horas con Mario.
El rojo carmín de los labios de la Semana se tiñe de verde con las jornadas dedicadas a la biodiversidad. Varios documentales relacionados con el medio ambiente y la diversidad cultural consagran el compromiso social del festival, que acogerá un foro de debate con algunos de los protagonistas de Ellas son…África, trabajo colectivo realizado por las directoras Inés París, Patricia Ferreira, Laura Mañá y Chus Gutiérrez.
Y, después de cada sesión, solo resta calentar cuerpo y espíritu con algún cortado en los muchos cafés de una ciudad que combate los rigores de un otoño invernal al calor de la gran pantalla.