Los combates cotidianos
Por Juan Manuel Anguas
Hace un tiempo recibí en mi correo electrónico un mensaje de Manu Larcenet en el que respondía a la pregunta que le había hecho a través de su página web: “Alors, oui, c’est vrai, la série est finie. 4 livres et c’est tout.“ Mi poco conocimiento de la lengua de Molière, me bastó para darme cuenta que daba por finalizada una de las series que más me había hecho disfrutar en los últimos tiempos.
“Los combates cotidianos“, del francés Manu Larcenet, significó en su momento para mi otra batalla ganada al prejuicio y al cierto recelo inicial que tenía al ver el dibujo con el que el autor ilustra su obra. Y no por que Larcenet pueda entrar en el debate, sobre quién es un buen dibujante y quién no, que sempiternamente inunda los blogs que se dedican a hablar del comic en nuestro país. No hay duda (o no puede haberla) que el francés sabe dibujar, pero nos regala unos dibujos excesivamente caricaturescos, que chocaban (lo reconozco, a mi errada forma de ver) con un guión tan realista como realista es lo cotidiano, como real es la vida y el día a día. Aún así, muchos me habían hablado estupendamente del primer número de esta serie (único que existía en ese momento, antes de que, quizás debido a la gran acogida, Larcenet decidiera hacer hasta tres números más) premiado como el mejor Álbum en el prestigioso Festival de Angoulême 2004, con lo que vencí estos recelos y me sumergí en los combates de Marco, protagonista de la historia.
Y, sinceramente, no solo no me arrepentí, si no que me encontré completamente inmerso en la vida de su protagonista y como un bouyer de tercera, necesitaba de sus nuevas andanzas. Desde mi aventajada posición, al más estilo James Stewart en La Ventana Indiscreta, corría la cortina de sus páginas cada nuevo número para ver como cambiaba la vida de Marco. Y es que uno de los grandes aciertos de Larcenet es en el momento en el que sitúa las vivencias de su personaje. En esa etapa en la que la propia vida te atrapa y obliga a hacerte adulto haciendo que cualquier resistencia sea vana. Esa etapa con la que es tan sencillo sentir empatía para los que ya hemos pasado por ella.
Otro de los grandes aciertos de la obra del francés son sus trabajados diálogos que, en muchas de las secuencias, obligan a la reflexión y por supuesto su dibujo. Un dibujo que, como ya he comentado, al principio me pareció que iba poco con la obra y con lo que se nos cuenta, pero que más tarde pude descubrir sencillo pero práctico e incluso con cierta poesía gráfica (si se me permite el término) en algunas de sus viñetas.
Marco es un tipo al que le da pánico madurar, que siente verdadero temor a aceptar las responsabilidades que la vida nos va sumando según vamos acercándonos a la etapa adulta. Este miedo atroz a fracasar como persona le creará, en momentos, unas crisis muy fuertes de ansiedad que le obligan a medicarse y visitar asiduamente al psiquiatra. Todo irá cambiando a medida que va pasando el tiempo por las páginas de “Los Combates Cotidianos”. Marco irá ganando sus peculiares combates uno a uno, dejando al lado al Peter Pan que se empeñaba en ser, sin casi darse cuenta. Conocerá el amor, se estabilizará en su trabajo, se instauran en él sus convicciones políticas e incluso llegará a ser padre (sin duda la mayor de las responsabilidades que la vida te puede ofrecer) todo ello regado con momentos que consiguen tocar la fibra del lector y de los que me permito resaltar la relación con el viejo Mesribes, que obligaran, y enseñarán, a nuestro protagonista a ver los tonos grises y aceptar que no todo debe ser blanco o negro.
Norma Editorial editará este tebeo en formato integral para el próximo mes de octubre. Sin duda, una buena noticia para quien no haya podido disfrutar antes de su lectura.
Ideas y recursos que me apetece destacar de la obra:
Larcenet cambia de registro gráfico y de tratamiento del color (eligiendo unas tonalidades sepia) cuando hace de Marco, el protagonista de la serie, narrador de esta, introduciendo de esta manera al lector en la cabeza del joven fotógrafo.
Ejemplos de dos “gags” humorísticos y de la excelente narrativa empleada por Larcenet. En ambos casos con gatos como protagonistas.
El rojo es sinónimo de angustia para Larcenet. Este color tiñe las viñetas del cómic cuando el autor nos describe las crisis de ansiedad de Marco. Las sombras exageradas también tienen un papel fundamental.
Demostrando así que tanto el color, como las sombras, forman parte de las herramientas narrativas del francés.
Tres viñetas pertenecientes a tres páginas distintas.
En ellas, Larcenet repite escenario con el fin de mostrarnos el paso del tiempo por las páginas de su obra.
En la tercera podemos ver como el autor, para describir la tempestad de nieve y frío, utiliza una perfecta economía gráfica con unos resultados excelentes. Desestima el uso del color y borra parte de su dibujo.
En último número Larcenet hará coincidir la viada de su protagonista con las últimas elecciones generales francesas. Las calles se llenan de carteles electorales de uno y otro partido (para ello el autor utilizará imágenes reales). Una vez concluido el escrutinio, y dando por vencedor a Nicolas Sarkozy, éste, se colará en una viñeta en la que aparecerá como una especie de triunfante showman televisivo.
Muy interesante tus apreciaciones y el valor de los detalles que extraes. Con ello validas la diferencia entre mirar y ver, apoyándote en todos los recursos gráficos que acompañan a una historieta, comic, tebeo, o como más guste definir. Pero al ser este género un híbrido entre arte plástica y literatura, me lleva a preguntarme qué puede ser más importante en el mísmo: ¿el dibujo o el texto? ¿puede uno de ellos salvar al otro, o al contrario hundirlo y convertir el resultado final en obra fallida?
Seguiré leyéndote siempre que haya ocasión.
Un saludo.
Ya tengo el ejemplar de Norma en mi poder.
Doy fe de que merece la pena.
De lo mejorcito.
¡Hola! Me encanta Manu Larcenet, Mi hermano me contagió el gusto por el cómic y la novela gráfica y cada vez que trae uno de Manu Larcenet es una pequeña fiesta, especialmente por Los combates y
El caso es que estaba buscando una crítica que me cuadrase de la serie Los combates Cotidianos para mi blog y he encontrado la tuya.
No tiene mucho que ver porque el mío es de pintura, pero me me gusta por lo menos dar opción a que la gente pueda acceder a más información.
Si no estás de acuerdo díme y lo borraré. ¡Muchas gracias por anticipado!