«Del amor», Stendhal
Podrás encontrar este fragmento en la obra Del amor, de Stendhal, publicada por Biblioteca Edaf.
«Basta un pequeñísimo grado de esperanza para causar el nacimiento del amor. […] En un alma perfectamente indiferente -como una jovencilla que vive en un castillo aislado en el fondo del campo- el más pequeño asombro puede suscitar una pequeña admiración, y, si sobreviene la más ligera esperanza, ella hace nacer el amor y la cristalización.
En este caso el amor agrada al principio por lo divertido. El asombro y la esperanza son secundados poderosamente por la necesidad de amar y la melancolía que se tiene a los dieciséis años. Se sabe muy bien que la inquietud de esta edad es la sed de amar, y lo propio de la sed consiste en no ser muy difícil de contentar respecto al brebaje que el azar le presenta.
Recapitulemos las siete épocas del amor. Son:
1ª. La admiración.
2ª. “Qué placer!”…, etc.
3ª. La esperanza.
4ª. El amor ha nacido.
5ª. Primera cristalización.
6ª. Aparece la duda.
7ª. Segunda cristalización.
Puede pasarse un año entre el número 1 y el 2. Un mes el 2 y el 3; y si la esperanza no se apresura a venir, se renuncia insensiblemente al 2, como si trajera desgracia. Una ojeada basta entre el 3 y el 4. No hay intervalo entre el 4 y el 5. No podrían estar separados más que por la intimidad. Pueden transcurrir algunos días, según el grado de impetuosidad y las costumbres de osadía del carácter, entre el 5 y el 6, y no hay intervalo entre el 6 y el 7.
El hombre no es libre para dejar de hacer lo que le causa mayor placer que todas las demás acciones posibles. El amor es como una fiebre: nace y muere sin que la voluntad tenga en ello la menor parte».