El poder de los jugadores
Por David Tejera Expósito
Con más de treinta años a sus espaldas, los videojuegos se han convertido ya en el ocio interactivo por excelencia. No se trata de mirar una pantalla y dejarnos sorprender por lo que ocurre en su interior, sino que como jugadores, pasamos a formar parte de la acción, nos podemos en la piel de los protagonistas: podemos ser un fontanero que come setas y aplasta tortugas, un erizo azul que sobrepasa corriendo la velocidad del sonido, un soldado de élite con la misión de salvar el universo; y miles de ejemplos más de los que hemos sido partícipes a lo largo de la historia de los videojuegos.
Los que crecimos así, los que hemos formado parte de algo tan grande y hemos creado mundos imaginarios con los que pasar un buen rato siendo el héroe de la acción; somos un poco megalómanos y no nos contentamos con poco. Se nos ha dado demasiado poder y nuestro desmesurado ego es la peor de las adversidades con la que desarrolladoras y distribuidoras de videojuegos tienen que lidiar constantemente. Cientos de ejemplos se podrían citar en los que los jugadores hemos tenido la última palabra: una idea expresada en un foro y leída por un par de cientos de personas que se extiende como un virus y puede llegar a determinar el éxito o el fracaso de un determinado título en un determinado territorio. Ellos lo saben y por eso cada vez nos hacen más caso:
A principios del 2008, la distribuidora Nobilis lanzó una encuesta en su página web para preguntarle directamente a los jugadores si querían que la primera temporada de la aventura gráfica de Sam & Max desarrollada por Telltale Games estuviera completamente en español o solo subtitulada. Inexplicablemente, ya que en España solemos ser un poquito vagos con estos temas del idioma, la encuesta dio como resultado que el juego llegaría a nuestro país con las voces originales y con subtítulos traducidos al español. A pesar de que me gusta más la versión original, yo mismo voté por ver el juego completamente en español. Tuvimos el poder de elegir y lo hicimos.
Otros claros ejemplos ejemplos de que cuando algo no nos gusta y no lo queremos tenemos el poder para hacer que las cosas cambien, se han visto recientemente con el Real ID de Blizzard y el personaje protagonista de inFAMOUS 2 para PS3.
La idea de Blizzard con el Read ID era darle a su Battle.net ese aire de red social seria y personal que pueden llegar a tener otras como Facebook, y para ellos pretendían que el nombre real de los usuarios fuera visible para todos en los foros de la comunidad, en los que normalmente se podía participar con un apodo. Pero la cosa se quedó ahí, ya que desde que se anunció esta nueva característica, los usuarios pusieron el grito en el cielo y, al par de semanas, la compañía anunció que no iban a obligar a los usuarios a algo contra lo que se oponían tan meridianamente.
Con inFAMOUS 2, el título exclusivo para PS3 desarrollado por Sucker Punch, ocurrió algo similar: durante el E3 de este año se pudo ver un tráiler del juego en el que la apariencia del personaje principal había cambiado completamente, pasando de tener el aspecto de un antihéroe maltratado por la vida al típico chico guapo protagonista, y sin explicación ninguna. Miles de comentarios negativos en los foros y por parte de la prensa especializada consiguieron que desde la desarrolladora se pensaran un poquito mejor el diseño del protagonista y lo cambiaran para que se pareciera más al de la primera parte.
Y uno de los últimos ejemplos lo podemos encontrar con Epic Games y la saga Gears of War. Los jugadores podremos «elegir» si uno de los personajes secundarios (el tercero de los hermanos Carmine) vive o muere durante el desarrollo de la tercera parte de la saga: Gears of War 3. Para ello, desde Microsoft han puesto a la venta por 80 Puntos Microsoft, dos camisetas para nuestro avatar: en una de ellas se puede leer «Salvad a Carmine» y en la otra «Carmine debe morir», la que más venda será la que decida el futuro del personaje. Una promoción muy curiosa, a la par que oportunista.
Hay ejemplos para todos los gustos, como podéis ver, pero lo que queda claro es que en esto de los videojuegos tenemos voz y voto y nos escuchan.
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Habria matado si hubieran traducido la primera temporada de Sam y max. Matado, las voces originales son geniales, y gran parte del encanto de ese juego.
Yo opino igual que tú, las voces originales son inmejorables y lo prefiero así. Pero claro, eso a mucha gente le tirará para atrás…a lo mejor con un doblaje a la altura el juego hubiera tenido mas gancho para todo tipo de público.