Vitoria Suite (Jazz at the Lincoln Center Orchestra with Winton Marsalis featuring Paco de Lucía)
El trompetista enamorado de Vitoria.
Por Daniel Muñoz.
De las visitas de Wynton Marsalis al Festival de Jazz de Vitoria se cuentan todo tipo de historias: desde cenas post-concierto que comenzaron en uno de los magníficos asadores de la ciudad y terminaron viendo el amanecer al compás de la música tocada por Marsalis, su banda y cuantos músicos más se quisieran sumar en alguno de los cafés abiertos indefinidamente durante la semana que dura esta reunión musical de fama internacional, hasta un compromiso tal con la ciudad merecedor de tener su propia estatua en uno de los hermosos paseos de la capital de Álava.
Fuera como fuese, lo cierto es que Wynton ha afirmado en multitud de ocasiones su amor por la ciudad y la especial vinculación que ha encontrado siempre con su tierra natal, Nueva Orleans, tanto a nivel cultural, como social y de pasión por la música. Y, como es una persona de las que demuestra sus sentimientos con hechos, su nivel de implicación en el Festival y en panorama musical de Vitoria desde que fuera invitado por primera vez ha crecido de forma exponencial, tanto a través de sus actuaciones como de su labor de difusión impartiendo clases magistrales, apoyando la creación de big bands locales y, en general, participando muy activamente en el despegue de la escena jazzística alavesa. Éste te constituye como otro escalón en su ya duradera relación.
La suite se abre con unas palmas flamencas para dar paso inmediatamente a un despliegue de sonido por parte de la big band, que da con maestría pinceladas de la música española por excelencia sobre el lienzo del sonido más puramente jazzístico mientras se intercalan, en algunos momentos, las “milesdavisianas” líneas de trompeta escritas (e interpretadas en buena parte también) por su director.
Al lector avezado, quizás le recuerde por momentos la fusión musical contenida en esta Suite al Flamenco Sketches del Kind of Blue y, por extensión, al Sketches of Spain, pero es algo absolutamente normal. Como se puede corroborar a lo largo del disco, Wynton Marsalis es un admirador y, hasta cierto punto, un ortodoxo seguidor de la escuela fundada por el genial trompetista de Illinois.
Se diferencian a la perfección los movimientos en los que interviene Paco de Lucía, que dan un giro completo la filosofía de la Suite por medio de una inversión total de los roles musicales, alternándose entonces pequeños sicomoros de jazz dentro del gran paisaje de olivos que conforma el magistral toque del genio de Algeciras.
El DVD que acompaña a la edición complementa perfectamente el contenido musical de los dos CD. Funciona como un making of en el que se explican, de mano de los propios protagonistas (Marsalis, Añúa, Domínguez, de Lucía, la banda), los orígenes y la filosofía que comenzara más de doce años atrás, con una petición de “Don Iñaki” a Wynton para escribir un pequeño blues que conmemorase los veinticinco años del Festival de Vitoria, y que con la lapidaria frase de Marsalis “yo no se hacer cosas cortas” ha llevado hasta esta obra, de doce movimientos de duración, uno por cada compás del Blues -en una suerte de homenaje a la petición original-. Además, durante los casi cincuenta y dos minutos de metraje podrán disfrutar de las magníficas estampas de la región y del festival intercaladas, así como de extractos de los conciertos originales. Que más se puede pedir.
El empaquetado, en formato de tríptico, de los dos CD, el DVD, y el libreto con las liner notes y otros datos para los coleccionistas (que se guarda en un pequeño bolsillo lateral de la primera hoja) es más que adecuado y merecedor de un pequeño comentario, ya que redondea la sensación de tener un pequeño “lujo” entre nuestras manos.
En resumen, una obra preparada para disfrutar tanto con la vista como con el oído, interpretada por una agrupación de altísima calidad -dirigida por una de las personas que más trabaja por y para la difusión del jazz- y que alcanza cotas insuperables gracias a las colaboraciones de Paco de Lucía y Chano Domínguez.