Rumor nocturno, de Lêdo Ivo
Por Alberto García-Teresa
La tremenda vitalidad que se desprende de este poemario se sobredimensiona cuando se averigua que el extraordinario poeta brasileño lo escribió con casi ochenta años (y aún ha regalado otro volumen posterior).
La contundente energía («el canto melodioso reblandece los cuerpos») de Lêdo Ivo, uno de los grandes poetas vivos, atraviesa todo este Rumor nocturno. Se trata de una poesía vitalista («vivir es preciso. / No existe Infierno / ni Paraíso. // Tan sólo el suelo raso. / Y una persistente / lluvia de verano»), abierta o soslayadamente insumisa, radicalmente inconformista y atenta a la percepción del mundo: «Siempre deseé que fuera mi reino el de la disonancia: / (…) el de los pájaros que graznan e incomodan a los partidarios de una regencia musical del mundo».
En el volumen, adquieren gran importancia los elementos naturales (con los que el poeta adquiere una especial comunión) que sirven de contraste o abiertamente se enfrentan con el urbanismo humano. En ese sentido, Ivo desarrolla una destacada crítica contra el desarrollismo: «Los hombres han despertado ya y vuelven a construir y destruir. / Se disponen a levantar nuevas casas y nuevas tumbas». Se plasman continuas oposiciones, en gran número de poemas, entre la vida humana, artificial, hipócrita, nociva y contaminante, y la de la naturaleza: «una bandada de buitres sobrevuela la ensenada de Botafogo / y asusta a los banqueros que, en la cubierta de sus yates, / siguen el surco de espuma abierto en las aguas».
En ese sentido, se asiste a un choque entre nuestro orden y su orden; un «mundo hecho de desencuentros». Sin embargo, la naturaleza no es capaz de salvar la realidad creada por el ser humano: «incluso abrazado por cerezos floridos / el mundo es horror y desolación».
La relación amorosa también se expresa mediante el lenguaje de la naturaleza. De esta forma, proclama al mismo tiempo la fusión con la amada y con el medio natural.
Por otra parte, el escritor entreabre la realidad para que se cuele e intuya el misterio. Consigue así plasmar espacios trascendentes, de introspección y de observación detenida de la realidad, enfocada desde su composición silenciosa y en comunión con todo lo viviente. Proclama entonces la verdadera humanidad en la libertad.
Lêdo Ivo emplea en Rumor nocturno versos muy extensos en la mayoría de las piezas, aunque contrastan con otras compuestos de versos breves. También incorpora una sección integrada por sonetos.
Además, suele utilizar la oposición día y noche, o luz y sombra, con múltiples significados. También vida y muerte, hecho éste sobre el que reflexiona con frecuencia en el poemario.
Por otra lado, se incluyen algunos textos sobre poética, aunque la mayoría enfocados desde una perspectiva irónica. Así, se burla de los poetas que tratan de presentar un orden del universo en su literatura, y termina resolviendo que «ningún poeta es oscuro. / Todo cuanto dice es claro». Comprende la poesía como algo irreprimible, incontenible, y proclama la independencia de las palabras.
En otras ocasiones, expresa sus dudas sobre su identidad. O bien reafirma su identidad o bien duda de ella: «como todos los hombres soy un extraño / para mí mismo».
“Nocturno romano” es una de las tres secciones de la obra. En ella, Ivo arranca de la contemplación de la ciudad de Roma, aunque desde una visión nocturna (y desveladora, por tanto). En ella se cuelan los motivos arquitectónicos clásicos de la ciudad, pues la perspectiva del «yo poético» se corresponde con la de un turista. Por eso recorre esos lugares tradicionales e incorpora, como si de elementos autóctonos se tratara, a los ángeles, al Papa y también a un Dios transformado en estatuas atentas a los visitantes. De hecho, el Papa espía a los turistas desde su ventana. Así, antes que una desacralización, se produce una integración en el paisaje; una «normalización» de su relación con otras personas. Finalmente, en esa sección además destacan la presencia de la luz y del agua (y de las fuentes) con notable carácter simbólico.
De este modo, Rumor nocturno nos presenta una voz poderosa, calmada y atenta, inconformista con el progreso humano que ha generado más destrucción que vida, y que halla en el vínculo con la naturaleza la plenitud y la sabiduría.
Lêdo Ivo
Rumor nocturno
Edición bilingüe
Traducción de Martín López-Vega
Vaso roto, 2009
ISBN: 978-84-935842-7-6
http://vasorotoediciones.blogspot.com/