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Metal Gear Solid: Peace Walker. Construyendo el futuro.

Por DAVID TEJERA

Ponernos en situación siempre es complicado cuando se habla de la franquicia Metal Gear, siendo una de las sagas con una cronología continuada más longevas de la historia de los videojuegos. Apareciendo por primera vez en el ordenador doméstico MSX2, allá por el año 1987, y reapareciendo de manera magistral a mediados de la década de los noventa, la saga ha pasado por la mayoría de las plataformas que han visto la luz desde entonces: PSX, PS2, Gamecube, Game Boy Color, Xbox y la que nos ocupa: PSP. Metal Gear Solid: Peace Walker se puso a la venta para la portátil de Sony el 17 de junio de 2010, convirtiéndose en el tercer juego de la saga que explora los inicios de la leyenda: la historia de Naked Snake, más conocido como Big Boss.

Portada

Un país sin ejército
Nos encontramos en Costa Rica, en el año 1974. Nuestro héroe, Big Boss, y su pequeño cuerpo de soldados de élite: Militaires Sans Frontières (Soldados Sin Fronteras) es contratado por Ramon Gálvez para que investigue el asentamiento de una extraña fuerza militar llamada Centinelas de la Paz que se ha establecido en el país aprovechándose de que éste no dispone de ejército. Nuestra misión será infiltranos en las líneas enemigas para descubrir qué pretenden. Para ello contaremos con la inestimable ayuda de Kazuhira Miller, también conocido como Master Miller, y compañero de armas de Big Boss desde la entrega anterior; Amanda Valenciano Libre, líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional, y su hermano Chico que también intentan descubrir las intenciones de los militares apostados en el país; y Ramón Gálvez Mena, un supuesto profesor universitario, junto con su alumna Paz Ortega Andrade que son los que ponen a Big Boss sobre la pista.

Jugando a ser soldado
El sistema jugable será fácilmente reconocible para los fans más acérrimos de la saga y es que este Peace Walker sigue siendo un juego de acción y espionaje en tercera persona. Nuestra misión consiste en evitar ser vistos por los soldados enemigos a la vez que vamos cumpliendo ciertos objetivos que nos harán avanzar en la trama. En esta ocasión, y debido a la naturaleza portátil del título, la aventura estará dividida en misiones y la acción dentro del juego en pantallas con algunos segundos de carga entre ellas, algo que no lastra para nada el ritmo y que incluso puede ser beneficioso para fraccionar nuestras partidas por si encontramos algún momento en el que no podamos continuar jugando.

Aparte de las misiones principales también tendremos misiones secundarias: de entrenamiento, de reclutamiento de soldados, etc… que nos permitirán aumentar tanto nuestro arsenal como nuestras filas. Y es que Metal Gear Solid: Peace Walker hace mucho hincapié en la gestión del pequeño ejército que estamos comenzando a formar, obligándonos a administrar nuestras fuerzas y colocar a nuestros soldados en diferentes divisiones según sus características: la unidad de combate, el equipo médico, el equipo de inteligencia, el equipo de I+D y el equipo de comedor. Una buena organización nos permitirá tener un ejército en condiciones para enviar soldados a cumplir misiones en el extranjero y desarrollar armas más potentes que podremos usar en las misiones. Si bien estas características pueden resultar algo pesadas para los jugadores que buscan acción más directa, el juego no nos penaliza demasiado por dejarlas de lado, por lo que se puede sobrevivir haciéndoles el mínimo caso.

Hermanos de armas
Otra de las características a la que más bombo se le dió durante el desarrollo y la presentación del juego fue modo multijugador de hasta cuatro personas y es que, aunque es una opción magnífica jugar con otros tres amigos, puede convertirse en todo un suplicio a la hora de jugar un sólo jugador. Gracias a este modo, que sólo se podrá utilizar por conexión directa, (ad-hoc) nada de por Internet, podremos intercambiar soldados con nuestros amigos y jugar las misiones del juego con un cooperativo de hasta cuatro personas, disfrutando de ciertas ventajas como atajos y mejoras de salud. Pero el lastre viene a la hora de la dificultad: algunas de las misiones están directamente pensadas para ser jugadas con más de un jugador y hay algunas que pueden llegar a resultar exasperantes si no disponemos de ningún amigo con el que echar una partida.

Todas estas características jugables, en su mayoría positivas, se ven redondeadas con un guión a la altura de la saga, algo que siempre se había quedado en un segundo plano en las entregas portátiles y que se desarrollará en escenas de cómic animadas que podremos mover y hacer zoom a nuestro antojo.

Metal Gear Solid: Peace Walker es un juego que ningún aficionado a los videojuegos debería perderse.

Lo mejor

Por fin un Metal Gear portátil a la altura de esta gran saga.

Sorprende tener tanta calidad gráfica entre nuestras manos.

Las escenas cinemáticas en plan cómic animado.

Lo peor

La excesiva dificultad de las misiones que piden cuatro jugadores.

Falta un plantel de jefes finales con carisma como en los anteriores.

Puntuación: 9

2 thoughts on “Metal Gear Solid: Peace Walker. Construyendo el futuro.

  • no estoy de acuerdo «La excesiva dificultad de las misiones que piden cuatro jugadores» no se necesitan se que son muy dificiles, pero para que los que quieres que sea facil????

    Respuesta
  • Vaya, siempre hay algún listillo que debe soltar ¿dificil? para mi esta chupado…

    Pues, vale, quitando a estos pocos superdotados, yo estoy de acuerdo con el redactor del analisis. EL juego empieza bien, incluso muy facil, para volverse desesperante a partir de la mitad del juego. Echándole horas, mejorando a los soldados y con mejores armas se facilitan las cosas, pero ni aun asi hay manera de acabar con los jefes más complicados en modo un jugador (para los jugadores más normalitos). Choca mucho la facilidad de algunas fases con la extrema dificultad de otras…

    Respuesta

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